Medio Ambiente calcula que hay 7.000 hectáreas de terreno degradado en la comunidad autónoma

Cerca de 7.000 hectáreas del País Vasco, es decir, la suma de 7.000 campos de fútbol, están contaminadas. Éstas son, al menos, las cifras que baraja el Departamento de Medio Ambiente. Su responsable, Patxi Ormazabal, presentó ayer en Bilbao el inventario de suelos potencialmente contaminados. La fabricación de productos metálicos, el reciclaje de chatarra y las gasolineras son las principales causantes de la degradación del suelo estudiado, concluye el informe, que cita además el arsénico, el plomo y el lindane como los elementos contaminantes más frecuentes.

"El suelo potencialmente contaminado representa menos del 1% de la superficie total del País Vasco" subrayó el consejero de Medio Ambiente, Patxi Ormazabal, que anunció que su departamento proyecta elaborar una ley de suelos contaminados. El inventario se ha realizado sobre 89 de los 250 municipios vascos. "Nos dirigimos a todos los ayuntamientos pero sólo éstos [89] accedieron a colaborar con nosotros", explicó Ormazabal. Pese a todo, las localidades estudiadas aglutinan al 90% de la población vasca y concentran "la mayor parte de los suelos contaminados", destaca el informe, que incluye algunos de los puntos calientes de la degradación medioambiental, como son Bilbao, la Margen Izquierda del Nervión y la industrial comarca del Alto Deba. En total, se han estudiado 5.789 parcelas potencialmente contaminadas. De éstas, el 66% están ocupadas por industrias que continúan activas, y el resto corresponde a vertederos y ruinas industriales que contienen sustancias tóxicas. Industrias contaminantes El inventario analiza también la relación entre los niveles de degradación del suelo y las actividades industriales y enumera 8.863 actividades contaminantes del suelo. Entre ellas, destacan especialmente la industria de transformación de metales, seguida a distancia por el reciclaje de chatarra, las gasolineras, la industria química y la industria maderera. Sin entrar en mediciones concretas, el estudio apunta también que arsénico, cianuro, plomo, lindane y dioxinas "son algunas de las sustancias contaminantes más probables". El responsable de Medio Ambiente subrayó que el informe no pretende "denunciar la situación de los terrenos", sino "evitar repetir los mismos errores". "El inventario es una herramienta fundamental para la planificación de los municipios", defendió Ormazabal. La sociedad pública de Gestión Ambiental Ihobe ha coordinado la realización del mapa de la contaminación del suelo, en el que han participado también el Departamento del Sanidad, la UPV, centros tecnológicos y consultoras medioambientales. "Ha supuesto un trabajo de cuatro años", señaló Esther Larrañaga, viceconsejera de Medio Ambiente, quien cifró en 230 millones de pesetas el coste del estudio y la publicación de los ocho volúmenes que integran el Inventario de emplazamientos con actividades potencialmente contaminantes del suelo del País Vasco. Los datos que arroja el estudio se han integrado también en un nuevo sistema de información geográfica denominado Geoiker. Este sistema ofrece información exhaustiva, gráfica y escrita, sobre los solares estudiados y las actividades que han acogido a lo largo de su historia. Según explicaron los responsables de Medio Ambiente, el informe es el punto de partida para la elaboración de una ley de suelos contaminados. Mientras llega el marco legal específico, el departamento trabajará en la recuperación de los terrenos "a corto plazo", señaló Ormazabal, quien definió como "prioritaria" la investigación y recuperación de los vertederos, las ruinas industriales y los solares. Estos terrenos sin actividad representan el 16% de los terrenos inventariados. La consejería de Medio Ambiente seguirá las actuaciones realizadas en países con experiencia en la recuperación de suelos altamente contaminados, como Alemania y Dinamarca. La prevención y la eliminación de los riesgos que algunas sustancias tóxicas almacenadas tienen para la salud humana serán los dos ejes de trabajo de Ormazabal, si permanece en el cargo tras las elecciones.