Arzalluz acusa al PSOE de estorbar la paz para evitar que Aznar "se apunte un tanto"

El líder del PNV, Xabier Arzalluz, acusó ayer al PSOE de obstaculizar el proceso de paz en Euskadi para impedir que "Aznar se apunte un tanto enormemente importante". Fue su respuesta a la Declaración de Mérida, suscrita la víspera por los tres presidentes autonómicos socialistas -Manuel Chaves, de Andalucía; José Bono, de Castilla-La Mancha, y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de Extremadura-, en la que exigen al Gobierno que el proceso de paz, si se consolida la tregua de ETA, no suponga contrapartidas políticas para los nacionalistas. Arzalluz hizo esta grave acusación tras reunirse en un hotel de Madrid con representantes de 12 partidos nacionalistas y regionalistas de siete comunidades. Más moderado, el secretario general de Convergència Democrática de Catalunya, Pere Esteve, se limitó a acusar de "inmovilismo" al PSOE.

Xabier Arzalluz, acompañado de la plana mayor del PNV que ha negociado con HB la tregua de ETA -Joseba Egibar, Gorka Aguirre y Juan María Ollora-, se reunió ayer en un hotel madrileño durante tres horas con doce partidos nacionalistas y regionalistas para explicarles "de primera mano" el proceso de paz en Euskadi. Entre los convocados figuraban sus principales socios en la Declaración de Barcelona: CiU, que envió a Pere Esteve (CDC) y a Josep Sánchez Llibre (UDC), y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), representado por Xosé Manuel Beiras. También acudieron representantes de Coalición Canaria, Partido Andalucista, Partido Aragonés, Unión Valenciana, Partido Socialista de Mallorca y de Menorca, Unión Mallorquina, Bloque Nacionalista de Valencia y el catalán Partit per la Independencia.La explicación por parte del PNV del proceso que ha llevado a la tregua de ETA fue "simple", dijo Arzalluz al finalizar la reunión. Los peneuvistas querían aclarar a sus invitados qué habían hecho y cómo. "No hemos contado nada que no se conozca", dijo Egibar. El PNV, que puso énfasis en la decisión "seria, estratégica y no táctica ni electoral" de la tregua, conseguía así, con el acto de ayer, el respaldo a su actuación por parte de los convocados, así como una enorme expectación por parte de la prensa.

Arzalluz, que también criticó al ministro del Interior, Jaime Mayor, no quiso en cambio crear problemas a su socio parlamentario, el presidente del Gobierno, José María Aznar. En su encuentro con los periodistas, tras la cumbre nacionalista, aclaró que no pretendía crear "ni asomos de frente contra nadie". "A nosotros no nos van a llevar a enfrentamientos interterritoriales de ninguna manera. No vamos por ese camino por el que algunos de forma provocativa nos quieren adherir. Mientras hablan poco menos que de limpieza étnica, aquí estamos nosotros con andaluces, gallegos o aragoneses", en clara alusión al PSOE y a la Declaración de Mérida, suscrita, la víspera, por los tres presidentes autonómicos socialistas, en la que éstos niegan que haya derecho alguno que justifique "privilegios entre territorios".

El presidente del PNV alabó aljefe del Gobierno y dirigió graves acusaciones al PSOE. "Si en algo están unidos los socialistas es en impedir que Aznar se apunte un tanto que sería enormemente importante si encauza esta situación hacia la paz", dijo.

Cerco a Aznar

Arzalluz interpretó la Declaración de Mérida, suscrita la víspera por los tres presidentes autonómicos socialistas, como un ataque a Aznar. "Veo [en la declaración] que más que un ataque contra los nacionalistas es que van a por Aznar. Los socialistas van a erosionar a los aliados de Aznar para ponerle un cerco en la tarea difícil que tiene de cara a la paz en estos momentos". También retó directamente al presidente socialista extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a que asuma un Concierto Económico como el vasco. Lanzó el reto al hilo de la Declaración de Mérida, que se opone expresamente a que los nacionalistas consigan "privilegios políticos" en nombre de unos "derechos históricos previos o posteriores a la Constitución". "Nosotros no reclamamos privilegios sino derechos. Me encantaría que Ibarra pidiera y consiguiera un Concierto Económico como tiene el País Vasco. Pero no lo quiere, como no quiso responsabilizarse de la cesión del 15% del IRPF. Prefiere la subvención del Estado. Su actitud no me parece ni altruista ni solidaria".El segundo flanco del calculado ataque de Arzalluz fue el ministro del Interior. "Mayor Oreja actúa más como líder del PP en el País Vasco que como ministro del Interior. En estas elecciones se juega su carrera política", señaló. El líder del PNV mantuvo, junto a estos dos ataques, la estrategia paralela de respaldar a Aznar. Llegó a decir que el presidente del Gobierno no actúa de manera "más decidida" ante el proceso de paz por la actitud socialista. En este sentido, respaldó la declaración institucional hecha por Aznar el viernes pasado, en la que el presidente anunció su compromiso con el proceso de paz si ETA convierte la tregua indefinida en definitiva. "Fue un paso", dijo.

Para que no cupiera duda de que la cumbre informativa de ayer no estaba dirigida contra el presidente del Gobierno, Arzalluz fue más allá al referirse a los contactos que mantuvo el PNV antes de que ETA anunciase el alto el fuego. "El señor Aznar lo sabe todo. Si no lo supo antes es porque yo pensé que ya estaba enterado. Me sorprendió que no lo estuviera".

El representante del CDC, Pere Esteve, también dirigió sus dardos contra el PSOE. Le acusó de "inmovilismo" y le achacó repetir "los tópicos de hace veinte años", en alusión a la Declaración de Mérida. "No responde a los retos que tiene la nueva situación en Europa y el Estado ni a la posibilidad de diálogo. Es simplemente el no meneallo". Xosé Manuel Beiras, líder del BNG, señaló que "lo más importante es el revuelo que provoca en los medios políticos estatales el mero hecho de que existe esta reunión". "Pensarán que venimos a otra cosa o que no contamos a lo que venimos", dijo.