Pujol afirma que Cataluña es un referente para Escocia y las naciones europeas

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó ayer en Edimburgo que Cataluña se ha convertido en "un referente" para otras naciones y regiones europeas, como Escocia y el Véneto. "Las naciones europeas ven en Cataluña un modelo de convivencia pacífica, de integración social y éxito económico", aseguró. El líder nacionalista reiteró que España no es una nación y mostró su sorpresa por las reacciones que han suscitado sus manifestaciones. "Hace 52 años que vengo diciendo lo mismo", precisó.

Hace 52 años, Pujol tenía 16, estaba a punto de matricularse en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y acababa de incorporarse al Grup Torras i Bages, una asociación católica que promocionaba la cultura catalana en la clandestinidad. En ese grupo conocería a Joan Reventós, Jaume Carner y Anton Cañellas. Hace 52 años, Manresa era el escenario de la primera huelga general de la España franquista, la ONU condenaba la dictadura del general Francisco Franco y éste convocaba a sus fieles a una demostración de desagravio en la plaza de Oriente. Hace 52 años, el socialista español Francisco Largo Caballero moría en su exilio parisiense, Juan Domingo Perón accedía a la presidencia de Argentina y la organización terrorista judía Irgún, comandada por Menahem Begin, dinamitaba el hotel Rey David de Jerusalén, cuartel general del mando británico en Palestina, y dejaba un macabro saldo de un centenar de muertos. Hace 52 años, en fin, el joven Jordi Pujol empezaba a pensar, o a decir, que España no es una nación, sino un Estado plurinacional; es decir, un Estado integrado por diversas naciones. Así lo recordó ayer el propio Pujol en el curso de una rápida visita oficial a la capital de Escocia. El presidente catalán no quiso hacer más comentarios sobre las reacciones suscitadas por sus palabras en el PSOE y el PP. Tampoco accedió a abrir la boca para pronunciarse sobre la declaración suscrita en Mérida por los tres presidentes autonómicos de filiación socialista, el andaluz Manuel Chaves, el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra y el manchego José Bono. De eso ya se estaba encargando más o menos a la misma hora, en Barcelona, el consejero de la Presidencia de su Gobierno, Xavier Trias. Pujol sólo añadió que la expresión "nación de naciones", acuñada en los años de la transición en referencia a España, tampoco le parece ajustada a la realidad. Simplemente, apuntó, fue una expresión útil para salir del atolladero en un momento tan complicado como el del tránsito de la dictadura centralista a la democracia autonomista. Pero ahora, 20 años después, sugirió, esa expresión ya no tiene sentido. Cataluña es una nación, como el País Vasco y Galicia, vino a decir, y España es un Estado en el que esas tres naciones están integradas. Pujol visitó ayer las obras del futuro Parlamento escocés -proyectado por el arquitecto catalán Enric Miralles-, invitado por el ministro británico para Escocia, Donald Dewar, con quien almorzó. Los contactos entre Cataluña y Escocia se han intensificado notablemente desde que Tony Blair impulsó la descentralización del Reino Unido. Los escoceses observan el proceso autonómico español, y de forma especial el caso de Cataluña, como una experiencia atractiva de la que pueden extraer ideas para su país. Al mismo tiempo, el Gobierno nacionalista catalán aprecia algunos símbolos de identidad escoceses de los que Cataluña carece, como selecciones deportivas internacionales de fútbol, rugby y baloncesto, y papel moneda distinto al del resto del Reino Unido (aunque Escocia no tiene ninguna atribución en materia de política monetaria).