Gutiérrez rectifica de nuevo a Blanco y niega que Boliden quiera cerrar la mina
La anunciada reapertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) está provocando una escalada de declaraciones en el seno del Gobierno andaluz, en la que lo que dice un día el consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, es replicado inmediatamente por el responsable de Trabajo e Industria, Guillermo Gutiérrez. Éste rechazó ayer las declaraciones de aquel en las que decía que Boliden "está buscando una justificación para irse" de Sevilla. "No creo que esto sea así", dijo Gutiérrez, "porque [Boliden] tiene invertidos en Aznalcóllar 30.000 millones y no parece razonable que una empresa abandone 30.000 millones". Esta réplica se producía 48 horas después de que el titular de Trabajo negase, tal y como dijo Blanco, que Boliden estaba intentando chantajear a la Junta de Andalucía. La polémica provocada por la rotura de la balsa minera se ha transformado de un duelo Junta-Gobierno central a una disputa verbal en el seno del Ejecutivo andaluz reflejada en las declaraciones públicas de Blanco y Gutiérrez, los dos consejeros con alguna competencia sobre la mina. Los episodios vienen repitiéndose desde el accidente del pasado 25 de abril, pero la anunciada reapertura de la mina para el 15 de diciembre ha reabierto la brecha. "Boliden se dedica a hacer una especie de chantaje diciendo que si no se autoriza la apertura de la mina se irán a otro lado", dijo Blanco el lunes. Horas después, Gutiérrez replicaba: "No me he sentido chantajeado en ningún momento". Blanco fue más allá en la teoría del chantaje al asegurar: "En lo que respecta a la Consejería de Medio Ambiente, si esa va a seguir siendo la estrategia [de Boliden], se pueden ir". Blanco, además, exigía a la empresa sueco-canadiense que presentara "hasta el último de los papeles" para permitir la reapertura. Gutiérrez, ayer mismo, afirmó que su intención es "acelerar" los trámites para la vuelta al tajo. Boliden, de hecho, tiene todos los permisos para extraer mineral. Lo que necesita es autorización para abrir otra balsa de decantación. La enésima contradicción se produjo el mismo día en que los ecologistas de la CEPA solicitara la prohibición de la caza de aves acuáticas en las marismas del Guadalquivir, por considerar que "la captura y consumo de las mismas puede suponer riesgos para la salud pública". También ayer, Boliden comenzó en el entorno del Guadiamar la siembra con semilla de 150 hectáreas de terrenos barridos de lodo tóxico. El objetivo de la plantación es evitar la posible erosión por las lluvias que se avecinan, según el técnico de Medio ambiente de Boliden, Andrés Fernández Oliva.
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