El 35% de las mexicanas que abortan mueren en la intervención

El aborto está prohibido en México, pero se practican 500.000 al año, el 35% de los cuales acaban con la vida de la madre. En el 65% restante son frecuentes las hemorragias, perforaciones del útero, infecciones, pérdidas de matriz y esterilidad. Los datos fueron proporcionados por Javier Serna Alvarado, presidente de la Comisión de Asistencia Social de la Asamblea Legislativa de México Distrito Federal.

La responsable del Grupo de Información Reproductiva Elegida (GIRE), María Luisa Sánchez, agrava la estadística al asegurar que las cifras publicadas corresponden únicamente a las mujeres registradas médicamente tras sufrir heridas o envenenamientos."Las condiciones en que se realiza el aborto tienen que ver con las posibilidades económicas de las mujeres", subrayó el presidente de la Comisión de Asistencia Social de Ciudad de México, gobernada por Cuauthtémoc Cárdenas, fundador del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD, centro-izquierda).

"Las más humildes acuden a médicos de manera clandestina, en el mejor de los casos", dijo Cárdenas, "pero hay quienes van con una comadrona, parteras que realizan el aborto en cuartos improvisados, sin las medidas de higiene necesarias, a veces sin siquiera anestesia, y sin que el material esté esterilizado". El 30% de los ingresos en las unidades de ginecología y obstetricia de los centros mexicanos son mujeres con graves problemas posparto.

Más precisa, y aterradora, es María Luisa Sánchez: "Las mujeres se introducen objetos punzantes, toman hierbas que funcionan como abortivos, se automedican y se llegan a tirar por la escaleras".

Debate parlamentario

Los partidos han publicado sus propuestas, que deberán ser debatidas en el próximo período de sesiones del Congreso de México, país de aproximadamente 95 millones de habitantes, la mayoría pobres y con familias numerosas, 20 millones de ellos domiciliados en la capital federal.El PRD se manifiesta a favor de derecho de las madres a interrumpir el embarazo, pide al Estado que reconozca legislativamente ese derecho y se pronuncia "por la maternidad libre y voluntaria". El gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el conservador Partido de Acción Nacional (PAN), coincidentes en esencia con la filosofía del Comité Pro-Vida, se oponen.

Este comité propone que cuando la mujer sea víctima de violación, el niño sea dado en adopción, y cuando corra peligro su vida deberá velarse por la de ella y por la del niño. El resto depende de la ciencia médica. Si la madre está contagiada por el virus del sida, se le practicará una cesárea. El niño, en esos casos, será alimentado con leche artificial, no materna. En los casos de intento de interrupción del embarazo por presiones sociales, la madre recibirá ayuda psicológica, y si no dispone de recursos económicos se le buscará trabajo.

Según el director del Comité Pro-Vida, Jorge Serrano Limón, el presidente nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, se ha sumado a la campaña de recogidas de firmas para impedir la legalización y conseguir que adquiera rango constitucional la defensa de la vida desde la concepción.