Maragall llama al PSC a defender la unidad de la España plurinacional

Pasqual Maragall llamó ayer a los socialistas a convertirse en garantes de la unidad de España desde el reconocimiento de su diversidad plurinacional. El consejo nacional del PSC pasó de puntillas sobre las acusaciones lanzadas la víspera por José Borrell contra CiU y el PNV, de quienes dijo que buscan "la disgregación de España". Maragall, que está intentando que el PSOE no caiga en la tentación del antinacionalismo furibundo, pasó por alto esas palabras y aseguró que Borrell y él tienen plena sintonía.

Sólo un miembro del consejo del PSC, que también pertenece a la ejecutiva, Germà Bel,cuestionó, y sólo de forma implícita, la conveniencia de las palabras del candidato socialista a la presidencia del Gobierno español para los intereses electorales del PSC en Cataluña. El resto del consejo pasó por alto este asunto, incluido el propio Maragall, que el pasado jueves había expresado en Madrid a varios miembros de la cúpula del PSOE su criterio opuesto a la posibilidad de que los socialistas españoles se sintieran tentados de formar un frente antinacionalista con el PP. Maragall prefirió subrayar ayer ante el consejo socialista sus coincidencias con Borrell en el objetivo de construir una España federal que tenga en cuenta la diversidad de nacionalidades y regiones que la integran. Dijo que cada uno actúa en su marco político con total independencia, pero con una intercomunicación fluida. "No hay ninguna fricción entre Borrell y yo", dijo Maragall. "Los que crean o busquen lo contrario, se equivocan rotundamente". El candidato del PSC a la Generalitat aseguró que no esconderá las siglas de su partido en la campaña, pero a renglón seguido avisó que la imagen de su candidatura deberá expresar que ésta representa una apuesta que va más allá de las fronteras del espacio socialista. Destacados capitanes territoriales del PSC, como Joan Ferran, de Barcelona, y José Zaragoza, del Baix Llobregat, insistieron en la importancia de compaginar la apertura del partido a otras formaciones y sectores del centro y la izquierda con la conservación de las señas de identidad del PSC y sus postulados ideológicos fundamentales. Ferran y Zaragoza acusaron a la dirección de IC de intentar sembrar la discordia en el PSC diciendo que hay sectores socialistas enfrentados a Maragall e insistieron en la necesidad de que sea el PSC, y no IC, el que marque el ritmo de las negociaciones bilaterales. Pasqual Maragall respondió que a él tampoco le gusta que IC intente dictarle el ritmo, pero señaló que el PSC tiene que saber aguantar "las tarascadas" provocadas por la preocupación lógica de una formación -IC- cuyas expectativas de futuro son puestas en entredicho por todos los sondeos de opinión, especialmente tras la escisión de los anguitistas.