Fernando Morán y asesores
El candidato socialista a la alcaldía se rodea de un amplio equipo de colaboradores para recuperar Madrid
Decenas de miles de votantes del partido socialista y de otras formaciones de izquierda se plantean estos días en Madrid algunas preguntas enjundiosas. No saben a ciencia cierta qué es lo que preparan los socialistas en Madrid. Desconocen si las elecciones primarias han sido digeridas puertas adentro del PSOE. Quisieran averiguar qué sucede con el candidato socialista a la alcaldía, Fernando Morán, si está políticamente sólo o cuenta con aliados. Otros, igualmente, se preguntan dónde ha echado sus redes para dotarse de colaboradores y si el diplomático asturiano conoce realmente Madrid.Todas estas preguntas las resumen en una: ¿Podrá Fernando Morán recuperar la alcaldía madrileña para la izquierda en las urnas en la primavera del año 1999?
La obtención de respuesta a este interrogante se estudia intensamente estos días en la planta sexta de la calle de Santa Engracia, 163, a un suspiro de la glorieta de Cuatro Caminos. Es un piso situado en el ático de la Federación Socialista Madrileña. Está casi vacío. Pero hay tres habitaciones donde la actividad es muy intensa.
La primera estancia es un despacho austero, con un gran ventanal acristalado. Su inquilino es Fernando Morán, de 72 años, candidato socialista a la alcaldía de Madrid. Morán ha pasado recientemente por el cedazo de unas elecciones primarias, intramuros del partido. Se respira otra atmósfera, ha surgido otro estilo, hay nuevas formas de actuación. La más importante, a escala de Madrid, es la que ha transformado el propio contorno del candidato a alcalde, reforzándolo sobremanera.
Fernando Morán ha comenzado a hacer política en Madrid. Telefonea, recibe, negocia. Ha echado sus redes entre un grupo de militantes, dirigentes y expertos del PSOE cuya experiencia él valora sobremanera y a los cuales se encuentra unido por lazos de amistad.
Con ellos y ellas ha formado los tres organismos. Primero, cuenta con una oficina propia, dirigida por Víctor Jara, de 57 años, instalado en el despacho contiguo al del candidato. Jara apostó fuerte, primero por Josep Borrell como candidato presidencial socialista, frente a Joaquín Almunia, y luego por Fernando Morán. Ahora, después de ser llamado por Morán, quiere acertar una tercera diana. Regenta el espacio desde el que coordina los actos del candidato para conquistar la alcaldía. Segundo, los grupos de trabajo, que coordina Carlos López Riaño, de 58 años,para suministrar contenidos al programa del candidato en las áreas de actuación municipal como Mujer, Cultura, Sanidad y Seguridad. Y tercero, el consejo político asesor del candidato, que ideará y juzgará propuestas con el fin de conseguir para Morán la victoria. El consejo lo encabeza el notario Carlos María Brú, de 71 años.
La primera reunión del consejo se celebró el pasado jueves en la Fundación Fernando de los Ríos, en la calle del Marqués de Cubas. Allí estaba el germen del nuevo grupo. Se trataba de una treintena de hombres y mujeres, de edad generalmente superior a los 45 años, en su mayor parte del ala izquierda del partido socialista, y feministas, unidos por una militancia intensa y por experiencias políticas acuñadas durante años. Todos habían acudido a la llamada de Fernando Morán con la esperanza y el propósito compartido de brindarle su apoyo personal y su percepción de las necesidades ciudadanas de los madrileños.
"Se trata de un consejo político que yo necesitaba", dice Fernando Morán. "Con él pretendo aglutinar no sólo las diferentes sensibilidades dentro del partido, sino, además, abrirlo a independientes cuya actividad vertebra la sociedad civil madrileña", dice el candidato.
"En el consejo político caben ecologistas de talla, líderes de asociaciones vecinales, de organizaciones de mujeres, intelectuales, deportistas, alguna miss, ¿por qué no?, gentes que se reunirán en este órgano colegiado para examinar la situación política y sugerir ideas para la campaña y la plataforma electoral", añade. "Ahora bien, esto no es un partido paralelo ni nada que se le asemeje", matiza. "Trabajaremos hombro con hombro con el partido, que nos está ayudando mucho, y con el grupo de oposición municipal, cuyo grado de conocimiento de los problemas es, por cierto, documentado e intenso", precisa.
A la pregunta de qué contrapartidas tiene un independiente para integrarse en el consejo asesor, habida cuenta de la turbulenta coyuntural por la que el PSOE ha atravesado, el candidato responde resueltamente: "La contrapartida es la convicción de que ha llegado una nueva época de la política".
Con su manifiesta afección por las ideas elaboradas, el candidato socialista precisa su juicio: "La democracia representativa está asegurada en sociedades como la nuestra. Ahora bien, a partir de este momento, se trata de estimular la democracia participativa, que se encuentra aún en pañales". Y añade: "Nuestra actuación persigue vigorizar el municipalismo madrileño, como antídoto contra las crecientes tensiones centrífugas, de federalismo asimétrico, que caracterizan hoy la realidad española. Para ello, se trata de conseguir un Madrid más habitable, sin carestía de viviendas, más solidario y humano, sin ruido. ¿Cómo? Conservando todo el voto de la izquierda, abstenciones incluidas, y recuperando voto ciudadano", dice.
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