El comité de Almussafes culpa a Ford Alemania del bloqueo del convenio La Generalitat cita para el martes a la comisión negociadora

Los dirigentes de Ford Alemania están presionando a los de Ford España para que el convenio no se firme. Este es, en opinión de los sindicatos, el motivo por el que las negociaciones en la factoría de Almussafes están bloqueadas. Los alemanes pretenden, siempre según el comité de empresa, desprestigiar a la factoría valenciana y descartarla de futuros proyectos, que irían a las dos plantas que la multinacional tiene en Alemania, Saarlouis y Colonia. El comité pidió ayer a la compañía que no someta a la opinión pública un conflicto interno en el que la Generalitat mediará por segunda vez.

Los sindicatos representados en el comité de empresa de Ford España comparecieron ayer ante los medios de comunicación para mostrar su "más enérgica protesta" por el tratamiento que la compañía está dando a un conflicto que los trabajadores consideran estrictamente laboral. En un comunicado el comité acusa a la dirección española de la multinacional del automóvil de perjudicar la imagen de la propia marca, menospreciar a los trabajadores y satanizar a los sindicatos. El comité mostró su disposición a negociar todos los puntos de la plataforma, "siempre que no haya imposiciones, como la obligatoriedad de trabajar en domingo o la supresión de las pausas colectivas", matizaron. Será el martes cuando de nuevo volverá a reunirse la comisión negociadora, esta vez a instancias de la Dirección General de Trabajo que intentará por segunda vez acercar posiciones en un conflicto que cada vez más se asemeja a un diálogo de sordos. Mediación que según el secretario general del PSPV, Joan Romero, llega tarde. Mientras, el presidente de Ford España, Jaime Carvajal, contestó rápidamente a los sindicatos. "No ha habido presión de Alemania para trasladar la producción", afirmó Carvajal, y acusó a los sindicatos españoles de no ser tan flexibles como los alemanes. La decisión de trasladar la producción, según el consejero delegado de la compañía, Mathews Taylor, "no es irreversible".PÁGINAS 9 Y 10