Gibraltar responde a los controles en la Verja con el abordaje de un pesquero

Gibraltar no ha esperado ni un día para responder al endurecimiento de los controles en la frontera. Una patrullera de la Royal Gibraltar Police abordó en la noche del jueves a un pequeño barco de cerco, al que causó desperfectos en redes y lámparas. Los patrones pesqueros de la zona culparon en parte al Gobierno español de este incidente por no haber tomado medidas para proteger a los pescadores.

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, tras lamentar este último incidente, señaló anoche en Madrid que, aunque espera lograr resultados satisfactorios por la vía diplomática, el Gobierno tampoco descarta "medidas de presión". "Tantas cuanto hagan falta", enfatizó.Los hechos ocurrieron pasadas las 22.30 horas en aguas de la bahía algecireña, cuando se disponían a calar sus artes de cerco tres pesqueros locales: El Piraña II, Luis y Pepita y Pablo y Juan. En ese preciso instante, una embarcación de la Armada británica les abordó, pasando a gran velocidad a uno y otro lado de los barcos, hasta el punto de causar graves daños en las lámparas y bombillas de El Piraña y de echar al agua a un pescador.

Pedro Maza, presidente de los armadores andaluces, condenó estos hechos y, tras criticar a las autoridades del Peñón, dijo: "Sabíamos que esto ocurriría, porque no se pueden tomar medidas como los controles exhaustivos en la frontera de Gibraltar y luego dejar desprotegidos a los pescadores en el mar". El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Miguel Osuna, respondió a esta queja alegando que este conflicto no se puede solucionar "a tiros o llamando a la Guardia Civil y a la Armada, como si de una guerra se tratase, porque no se debe olvidar que se está negociando con un país soberano, amigo y aliado, el Reino Unido".

El Gobierno español cursó ayer una protesta oficial por este último incidente ante el Reino Unido a través de la Embajada en Madrid. Mientras tanto, las colas de vehículos se repitieron alrededor de la verja de Gibraltar a causa de los celosos controles que desde el pasado jueves vienen ejerciendo los aduaneros españoles por orden del Gobierno.