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SANIDAD

70 ONG AYUDARON A PREPARAR LAS JORNADAS Enfermos y portadores del VIH debaten en Teulada sobre el sida

Nadie está más autorizado para hablar sobre el sida que quien sufre sus devastadores efectos. La penosa convivencia con la enfermedad -que a menudo se ve sobrecargada con la lucha contra la incomprensión social-, abre varios frentes ante los cuales el que la padece se halla, en muchas ocasiones, desorientado. 150 enfermos y portadores del virus VIH se reúnen, desde ayer y hasta el domingo, en el albergue La Marina de Teulada para debatir sobre diversos aspectos de este mal.

La celebración de las jornadas en la localidad de La Marina Alta es fruto de un cambio de testigo. La asociación vasca Txo Hesea organizó estos encuentros en Bermeo (Vizcaya) hasta el año pasado, cuando decidió tomarse un descanso y buscar una organización que deseara hacerse cargo de la organización del evento. La alicantina Fundación Acospa contra el sida respondió a la llamada y se puso en contacto con más de 70 ONG, que canalizaron a los participantes. Los balcones del centro de Teulada se vistieron ayer de solidaridad con carteles y lazos rojos, y en el Ayuntamiento, una recepción dio inicio a las jornadas, marcadas este año por la polémica en torno a la intención gubernamental de elaborar un censo con los nombres, apellidos y dirección de enfermos y portadores, algo que éstos consideran un atropello contra su intimidad. Una vez finalizados los actos oficiales, los participantes y la organización se trasladaron al albergue La Marina y se dividieron en grupos de trabajo. En cada corro se debatía un aspecto de la enfermedad. Todos se acercaban al sida desde ángulos que abarcaban la relación entre médico y paciente o el papel de las casas de acogida, el posicionamiento de gays y lesbianas ante la enfermedad o la relación entre ésta y la droga. El grupo que cosechó más adhesiones fue el que versaba sobre nutrición y VIH / sida, fiel reflejo de hasta qué punto la enfermedad condiciona actividades tan imprescindibles como los hábitos alimenticios. "Una persona con sida o portadora del virus puede necesitar hasta 30 medicamentos diarios", relataba la coordinadora técnica de Acospa, Suni Sánchez, "con lo que uno se puede hacer una idea de lo importante que es vigilar lo que se come". Asimismo, este grupo de trabajo perseguía presentar alternativas naturales que sustituyan determinados fármacos. Las jornadas, en las que también participan familiares de enfermos llegados de Euskadi, incluyen teatro y actuaciones de dantzaris (bailarines populares vascos). En ellas, los participantes buscan soluciones para aumentar su calidad de vida, pero también el apoyo de personas que comparten su mal. "Aquí hay calor", sentenciaba José Luis, enfermo venido de Sant Feliu (Girona). ¿Y en la sociedad? La respuesta es del gallego Guillermo: "Todo va bien hasta que mencionas que eres portador del virus. A partir de entonces, notas que la habitación se enfría".

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