Raúl o el poder conciliador

He aquí algunas de las pinceladas que dejaron las 10 horas de jornada parlamentaria.Goooool. Después de tanta tensión oratoria, los diputados encontraron espacio de consenso durante la retransmisión del fútbol europeo: el Real Madrid goza de amplia mayoría en la Cámara. Incluso el portavoz del PP, Manuel Cobo, dibujó con los dedos desde su escaño el 0-1 de Raúl. Luego, las hordas rusas le harían cambiar de humor.

Llamada fúnebre. Un sonido de campanas llama a los diputados cada vez que comienza la sesión. Son tres golpes rítmicos que se repiten hasta que se cierran las puertas. Un diputado trazó el símil: "Así suenan las campanas de mi pueblo cuando se muere alguien", aseguró.

Peldaño asesino. Si algo no convence a los diputados de su nueva casa es la profusión de escalones por el suelo del hemiciclo. Ayer los sufrió el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, que protagonizó un aparatoso trompicón en pleno fragor dialéctico. Lissavetzky (PSOE) hizo un paréntesis para proclamar: "Este hemiciclo es peligrosísimo". Cortés, ya felizmente acomodado en su escaño, le agradeció la solidaridad con la cara roja de rubor.

Pacto de Estella. Ruiz-Gallardón y Pérez (IU) se enzarzaron ayer en una dura pugna dialéctica sobre el Pacto de Estella. "Yo nunca lo hubiera firmado", dijo el presidente regional, entre los aplausos de su grupo. Ángel Pérez le respondió que ellos sólo buscan la paz de Euskadi.

Votación cibernética. Los diputados estrenaron ayer el sistema electrónico de votación con éxito desigual. Sobre todo, porque la máquina nunca acertaba a señalar un mismo número de votantes. Y lo de apretar el botoncito correcto provocó más de una deserción involuntaria entre los diputados que no estaban suficientemente concentrados.