Fomento y Defensa perfilan un acuerdo para ceder al aeropuerto el terreno de la base aérea de Manises

Los pilotos tenían cara de funeral. Subieron a sus cazas de combate, los siete últimos F-1 que quedaban en la base aérea de Manises, y pusieron rumbo a su nuevo hogar, la base de Los Llanos en Albacete. Como sobrio homenaje a sus centenares de compañeros, militares y civiles, que contemplaban ayer a mediodía la partida desde tierra, hicieron una fugaz pasada, agrupados en formación, sobre el aeródromo. Cuando el ruido de sus motores se apagó en la lejanía se clausuró de golpe medio siglo de historia de la aviación militar en Manises. La base, que se quedó ayer sin aviones, quedará desmantelada antes del 31 de julio de 1999. Los ministerios de Fomento y Defensa perfilan un acuerdo para ceder el terreno al aeropuerto.

Aunque el acuerdo entre ambos ministerios parece cercano, según fuentes militares, Defensa está apurando la negociación para sacar el máximo beneficio económico posible, ya que necesita el dinero para afrontar el coste multimillonario de la profesionalización del Ejército y la compra de los nuevos carros de combate. Los dos ministerios también buscan una forma de cesión que impida que los antiguos propietarios del suelo puedan reclamar su parte en la operación. Los 2,5 millones de metros cuadrados de la base suponen casi una tercera parte de la superfície del aeropuerto. Este terreno está ocupado por una espacioso aparcamiento para unas 40 aeronaves medianas -que paliaría la carencia de plazas para acomodar aviones que sufre el aeropuerto- así como media docena de hangares espaciosos, dotados de las últimas tecnologías, que podrían alquilarse a las compañías aéreas para que reparen allí sus aeronaves. El aeropuerto tiene la intención de convertir este terreno en suelo industrial, destinado a la carga de mercancías. Defensa quiere conservar las residencias de oficiales y suboficiales, con sus zonas deportivas y ajardinadas, como alojamiento y club social para los oficiales del Ejército de Tierra destinados en Valencia. Grandes jardines Unos planes que no comparte el Ayuntamiento de Manises, que va a modificar su Plan General de Ordenación Urbana para catalogar la mayoría de estos terrenos como suelo no urbanizable de uso público, para dotar al municipio de grandes jardines Cuando los siete pilotos llegaron a Albacete, tras un vuelo de apenas 40 minutos, se encontraron con los cinco cazas restantes de la escuadrilla y una treintena de suboficiales mecánicos y armeros, los primeros en marcharse de Manises. Antes de que concluya este mes les acompañaran en la base manchega otros 30 compañeros. Entonces, sólo quedará en Manises el personal de tierra, 250 militares dedicados a control aéreo, sanidad, intendencia, transmisiones... que seguirán unos meses más porque la base continuará en activo hasta fin de año para que puedan hacer escalas técnicas y reparaciones los aviones de otras bases. También se dedicarán a desmontar todos los equipos y el material. En dos oleadas (marzo y junio) se irán destinados a sus nuevas plazas. Tras la marcha de los cazas, un suboficial contemplaba ayer, apesadumbrado, como rodaba una lata de refrescos por la pista solitaria. "¿De qué han servido tantos años de esfuerzo?", se preguntaba y comentaba con un compañero el "dolor" de centenares de familias, la mayoría valencianas, que tendrán que rehacer sus vidas en Albacete, Madrid o Zaragoza. A los militares les indigna que la base haya recibido una inversión de "unos 3.000 millones de pesetas" en los últimos dos años que se va a "tirar a la basura". "Manises es mejor que Albacete, porque aquí tenemos buen tiempo todo el año y allí en invierno es difícil volar", argumentaba uno, con gesto mohíno. A la hiena amordazada, la insignia de la escuadrilla que lucen los pilotos en el uniforme, también se le heló ayer la sonrisa.