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Curto pone condiciones a Pujol para apoyar los presupuestos de 1999

Enric Company

El Partido Popular (PP) no dejó pasar la ocasión de recordar a Jordi Pujol que la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para 1999 está en sus manos. El presidente del grupo del PP, Josep Curto, advirtió que los conservadores no tienen decidido todavía el sentido de su voto en el debate presupuestario y que sólo apoyarán el proyecto si antes media una negociación. Entre las condiciones que el PP pondrá destacó la exigencia de la reducción de personal.

El PP insistió ayer en que los 127.000 funcionarios de que dispone la Generalitat son demasiados. "Una barbaridad", sentenció Curto. Y aseguró que CiU tendrá que comprometerse a amortizar plazas si quiere que el PP vote a favor de los presupuestos de 1999. Curto adelantó también que su partido exigirá especialmente que los presupuestos de 1999 incluyan apoyos a la formación ocupacional y ayudas a la mediana y pequeña empresa y al comercio tradicional. En la parte de su discurso dedicada a marcar distancias ideológicas entre el PP y CiU, el diputado del PP recordó a Pujol que los ciudadanos votan declaraciones de objetivos o programas de gobierno, "pero no votan lo que son o quieren ser, en la medida en que esto es patrimonio personal". Cataluña "ya está hecha", afirmó, y por lo tanto no hay que construirla cada año, ni reconstruirla. "Y mucho menos desde la sumisión al voluntarismo dirigista", agregó. Tras contradecir de esta manera los planteamientos de fondo de Pujol, Curto criticó específicamente que CiU impulse una orientación ideológica nacionalista en el sistema educativo y en los medios de comunicación públicos que dependen del Gobierno catalán. Refiriéndose a la Ley de Política Lingüística, Curto dijo, aunque sin citarla, que "como mínimo es discutible su política sobre la garantía de los derechos individuales y sobre la igualdad de oportunidades", afirmó. A esta alusión, Pujol replicó reiterando una vez más que el Gobierno de CiU "es muy escrupuloso" en materia de derechos lingüísticos porque es consciente de que se trata de un "terreno resbaladizo". Pero el presidente disponía ayer de una baza nueva, que no dejó de jugar. Y lo hizo al recordar que anteayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sentenció que la rotulación en catalán en los juzgados es legal y no recorta los derechos de nadie. Pujol defendió el tamaño de la Administración de la Generalitat aportando numerosas comparaciones con otras comunidades autónomas. Según los datos que esgrimió, extraídos del Ministerio de Administraciones Públicas, en Cataluña hay un funcionario de la Generalitat por cada 57 habitantes, mientras en el País Vasco hay 45 y en Galicia 40.

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