"Resolver el problema de Japón es vital para la crisis"

Presidente de BT, vicepresidente del Royal Bank of Scotland, consejero de Mobil Corporation, miembro del Consejo de la London School of Economics. Sir Iain Vallace es una de las opiniones más autorizadas para hablar de la crisis financiera. A su juicio, el problema más grave está en Japón y apuesta porque Europa será la región menos afectada, además de Estados Unidos. Apuesta por España, siempre y cuando el Gobierno liberalice sin ningún tipo de trabas, y prevé cambios en el capital de Airtel, "pero no sé ni cuándo ni cómo".Pregunta. ¿Ha tocado fondo la actual crisis financiera?

Respuesta. Nadie lo sabe. A mí me gustaría hablar un minuto con Alan Greenspan para preguntarle lo que piensa.

P. ¿Cómo afectará a Europa?

R. Creo que afectará a Europa de manera dispar en cada país, dependiendo de cuán expuestos estén cada uno en aquellas partes del mundo que son foco de la crisis. Desde este punto de vista, es evidente que España está muy expuesta por su relación directa y estrecha con América Latina. Hay un gran número de grandes empresas españolas con fuertes inversiones en el mercado latinoamericano que están expuestas. Aunque desde otro punto de vista, España tiene su mayor actividad comercial en Europa y ésta no corre peligro. Yo sería relativamente optimista sobre Europa, y digo relativamente porque nadie puede saber cuál será el impacto real de la crisis en las economías mundiales. Europa, en cualquier caso, tiene mayor potencial para superar la crisis que cualquier otra región de mundo, incluso más que Estados Unidos.

P. ¿Qué soluciones se deben tomar para paliar la crisis?

R. Algún grado de coordinación para solucionar la crisis es altamente deseable. No puede haber una única solución porque no hay una única causa. La solución dependerá del grado de determinación de hacer algo al respecto.

P. ¿Quién debe dar el primer paso?

R. Creo que lo más importante es resolver el problema de Japón simplemente por el tamaño del impacto de la economía japonesa en el mundo. Allí [en Japón] sospecho que el problema no es cuál es la solución sino el entendimiento sobre la solución, es decir, si existe la habilidad de poner en marcha los cambios necesarios o la voluntad política de llevarlos a cabo. Lo más difícil de predecir acerca de la crisis es qué pasa si se entra en una espiral de devaluaciones. Qué pasa si hay una devaluación en China, Hong Kong o Brasil. Nadie puede adivinar las consecuencias.

P. ¿Y cree que eso puede llegar a suceder?

R. Tengo la esperanza de que no.

P. ¿Cómo afecta la crisis al sector de telecomunicaciones?

R. El crecimiento del sector de las telecomunicaciones continúa a buen ritmo aún en los mercados afectados más directamente por la crisis. Las economías que están en crisis o recesión necesitan un servicio de telecomunicaciones tanto como las que no lo están.

P. Pero ha habido un parón en las fusiones.

R. Las fusiones y adquisiciones dependen más de las regulaciones internas de cada mercado que de la evolución de la economía mundial. En mi opinión, la tendencia es que habrá un periodo de afianzamiento de las fusiones y adquisiciones que ya se han llevado a cabo durante los últimos 10 años. No creo en una nueva oleada masiva de nuevas fusiones y adquisiciones. Aunque claro, esto depende de las oportunidades que cada mercado ofrezca en virtud de lo liberalizado que esté. Ningún operador de este sector puede decir concretamente que no aparecerán oportunidades para llevar a cabo estas operaciones teniendo en cuenta lo rápido que ha cambiado este mercado en los últimos años.

P. ¿Cuál será la estrategia de BT?

R. Nuestra estrategia ha permanecido virtualmente inalterada durante muchos años. Por supuesto, no puedo asegurar que permanecerá así indefinidamente. Nosotros creemos que seremos uno de los mayores operadores de telecomunicaciones del mundo. Y con la fusión con AT&T [anunciada a finales del pasado mes de julio] este objetivo parece estar bastante al alcance de la mano. Siempre dijimos que nuestro mercado doméstico se extendía a toda Europa, principalmente en el oeste. Y dijimos que entraríamos en el mercado del sureste asiático. Haremos negocios en cualquier mercado que nos brinde la oportunidad.

P. ¿La crisis les volverá más cautelosos?

R. No creo que así sea. Buscaremos las oportunidades de inversión de acuerdo al ambiente de cada mercado, porque las oportunidades dependen más de la situación interna de cada mercado que de la crisis global.

P. ¿Cómo será el futuro mapa del sector mundial de las telecomunicaciones?

R. Habrá un puñado de grandes operadores mundiales, como ocurre en el sector petrolero o en el de la automoción, que tendrán un posición geográfica dominante. Pero no veo a estos grandes operadores atendiendo más de lo que pueden abarcar. Tendrán una fuerte posición en el mercado transnacional, pero asociados con operadores regionales que atiendan las necesidades de cada mercado individual.

P. ¿Cuál será la estrategia de BT en España?

R. Para nosotros, el mercado español es muy importante, debido a que tiene un gran potencial de desarrollo de negocio. BT Telecomunicaciones [filial española de BT] puja en solitario por el mercado español. Cuando se planeaba un alianza con Telefónica, ésta respondía al interés de nuestra compañía en entrar en el mercado latinoamericano y no en el mercado español. Al no llevarse a cabo la alianza, BT no perdió el interés en entrar al mercado español. Cuando WorldCom y MCI se unieron [en esta operación también está inmersa Telefónica], el panorama cambió, aunque nuestros intereses no lo hicieron, siguieron siendo los que teníamos en un comienzo. Empezamos a trabajar con Airtel para brindar a los usuarios españoles el paquete de servicios que teníamos pensado ofrecer; es decir, telefonía móvil y en un futuro, también fija. Lo que vayamos a hacer depende de lo que suceda en el mercado español de las telecomunicaciones, sobre todo de cómo se fijen las normas reguladoras.

P. ¿Habrá cambios en el capital de Airtel?

R. Bueno, eso siempre es posible, pero el cuándo y cómo aún no ha sido decidido.

P. ¿Cree usted que Teléfonica abusa de su posición en el mercado español?

R. En cada país donde ha habido un operador de telefonía estatal, incluyendo el mío propio, cuando el mercado se ha abierto a la competencia ha habido algún grado de abuso monopolístico por parte de estas corporaciones. Siempre ha sido así, si usted mira en retrospectiva, nosotros, BT, hemos hecho lo mismo algunos años atrás. Lo que sucede en España, donde Telefónica ha sido acusada de abusar relativamente de su posición dominante, no es diferente de lo que Telecom Italia ha podido hacer en su propio mercado. Lo que es importante es que los reguladores de cada país sienten las bases para que este grado de abuso relativo no se produzca. Un nuevo operador debe esperar la utilización de esa posición dominante por parte del antiguo operador único para tratar de proteger su mercado. Es casi como la relación entre un niño y sus padres. El niño debe ser disciplinado por éstos para que no desarrolle hábitos en la dirección incorrecta, lo que es inaceptable.

P. ¿Por qué se rompió la alianza con Telefónica?

R. Por un sola razón. Cuando se produjo la alianza entre WorldCom y MCI, cambió todo el panorama del acuerdo con Telefónica, por lo que ellos y nosotros decidimos buscar nuevos socios para llevar a cabo nuestros objetivos. No hubo ningún problema en términos de relaciones entre ambas empresas o personales. De hecho, mis relaciones con Juan Villalonga [presidente de Telefónica] son muy buenas y nos vemos con relativa frecuencia.

P. ¿Con el acuerdo de BT y AT&T, su firma tendrá los mismos beneficios en el mercado latinoamericano que esperaba obtener de su alianza con Telefónica?

R. Telefónica tiene una posición única en Latinoamérica, región que aunque en este momento esté pasando por un periodo de inestabilidad económica tiene un gran potencial futuro a largo plazo. Nosotros no podemos imitar la posición que Telefónica ha conseguido tras un largo periodo en América Latina. Pero AT&T tiene una fuerte presencia y posición en la región y con esa base buscaremos las nuevas oportunidades de inversión en aquel mercado. Pero no se puede imitar lo que ha hecho Telefónica durante años en América Latina como no se puede imitar lo que BT ha hecho en Europa occidental.

P. ¿En qué momento está la alianza con AT&T?

R. Bueno, hemos formado una sociedad conjunta de 10.000 millones de dólares, por lo que no es un pequeño negocio. Vamos a avanzar poco a poco para tener todo listo en el momento en que podamos empezar a operar y ello será cuando tengamos la aprobación de las autoridades reguladoras de EE UU y la UE.