El lunes fue suspendido un vuelo por avería
El vuelo de la compañía Pauknair del pasado lunes entre Melilla y Málaga no pudo despegar porque el avión tenía rota una válvula de uno de sus cuatro reactores. La compañía, de capital alemán, dispone en régimen de alquiler de dos aviones BAE 146-100 que realizan el trayecto entre Málaga y Melilla a diario. La aerolínea Pauknair no quiso aclarar de manera oficial si el avión que tuvo que ser reparado en Melilla el pasado lunes era el que se estrelló ayer y cuya matrícula era EC-GEO. El otro BAE 146-100 utilizado por la compañía para realizar este servicio es el EC-GEP, una matriculación correlativa a la del accidentado y que indica una antigüedad de las naves cercana a los diez años. Trabajadores de la línea aérea aseguraban, a título personal, que no se trataba del mismo aparato.
Tampoco las autoridades del aeropuerto de Melilla querían comentar ayer el asunto que supuso la suspensión del vuelo de las 18.35 del lunes y el traslado de los pasajeros a aviones de Binter Mediterráneo y de la propia compañía del siniestrado.
El modelo de avión accidentado está considerado como muy seguro, ya que cuenta con cuatro pequeños reactores que alejan los problemas que podrían surgir de la inutilización accidental de alguno de los propulsores.
Sin embargo, su autonomía y su velocidad, que no llega a los 800 kilómetros por hora, han hecho que no sea un avión muy popular entre las líneas aéreas a pesar de contar con usuarios tan distinguidos como la Casa Real Británica, que utiliza uno con las alas rojas.
Este modelo de avión habrá realizado aproximadamente cuatro millones de vuelos en todo el mundo. Entre todos estos trayectos sólo se han contabilizado cuatro accidentes mortales, incluido el de ayer. Cuarenta y dos personas murieron en 1987 en la localidad californiana de San Luis Obispo. En esa ocasión, un piloto despechado por su despido se lió a tiros dentro de la .nave. En los accidentes de Puerto Williams (Chile, 1991) y Yinchuan (China, 1993), con más de 70 muertos, fue el avión el que no tuvo fuerza para despegar. Lan Chile retiró entonces los BAE-146.
La catástrofe ocurrida ayer en las proximidades de Melilla es la segunda que sufren los vecinos de esta ciudad en menos de un año. El 17 de noviembre de 1997, el reventón de un depósito que contenía 20.000 metros cúbicos de agua costó la vida a once personas y produjo daños materiales valorados en unos 1.500 millones de pesetas.
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