"Ahora puede culminar por fin la transición en Euskadi"

El sociólogo de la Universidad de Deusto Javier Elzo considera que la tregua indefinida de ETA ha abierto un panorama político que "puede culminar por fin la transición en Euskadi". Aunque reconoce que el desarrollo político que cabe esperar necesita todavía un tiempo prolongado, Elzo asegura que ahora es cuando puede quedar cerrado el proceso abierto en España en 1977. En una entrevista a la agencia Vasco Press, el sociólogo reclama el protagonismo de la sociedad vasca en el proceso de pacificación que se abra, en el que la "reconciliación" debe ser un paso imprescindible que haga posible el camino hacia la paz. Javier Elzo considera "muy positiva" la noticia del alto el fuego que ETA que entró en vigor el pasado viernes y se muestra convencido de que los esfuerzos deben ir encaminados ahora a "desactivar" toda posibilidad de que la organización terrorista vuelva a las armas. En su análisis sobre la estrategia de la banda y la nueva situación creada por la tregua, Elzo entiende que los últimos acontecimientos políticos vividos en Euskadi -encuentros entre los sindicatos ELA y LAB, las gestiones de Elkarri, las conversaciones de las formaciones nacionalistas con Herri Batasuna y su paso culminante de la Declaración de Lizarra- pretenden buscar una "salida honrosa", conceder un "ropaje político" al terrorismo, un problema que, a su juicio, "tiene un mayor componente social que político". En este sentido, Javier Elzo advierte que "el mundo político puede caer en el error de desenfocar el asunto al pensar que todo el problema pasa, exclusivamente, por una solución política". El sociólogo de la Universidad de Deusto insiste en señalar que la paz en Euskadi pasará por una normalización en la propia sociedad vasca: "Es fundamental la cuestión convivencial y es preciso reconocer que todos debemos ceder algo de nuestras cosas". Elzo subraya que la sociedad debe estar preparada y "considerar como normal" que los presos de ETA lleguen a estar en su día "todos en la calle". Para ello es necesario que la sociedad vasca haga un "punto y aparte" y emprenda "caminos de reconciliación". Aunque reconoce y comprende que esto será muy doloroso para aquellas personas que más han sufrido las acciones del terrorismo etarra, Elzo cree fundamental la concesión de una amnistía "en el sentido técnico", es decir, "un acto positivo de salir de una situación anterior y de empezar un planteamiento nuevo". "Necesitamos", continua, "una amnistía en el corazón de las personas, al igual que hicimos en el año 77". Lejos de un planteamiento fundamentado en el olvido, Javier Elzo recuerda que "nada de la historia se podrá borrar" y apuesta por "no olvidar", lo que ha ocurrido, pero "sí estrechar lazos de reconciliación". "Cuando alguien ha vivido muchos años mirando debajo de su coche con el miedo a sufrir un atentado, esto no es nada fácil, no se logra de la noche a la mañana; se necesita mucho tiempo", señala. Ante las elecciones autonómicas del próximo 25 de octubre, Elzo entiende que los partidos políticos "no pueden jugar al escondite" y les ha animado a que presenten sus programas y proyectos políticos de manera concreta y detallada: "En una sociedad muy plural como la nuestra, es legítimo que los ciudadanos sepan qué modelo de país y sociedad defiende cada partido". En cuanto a un posible proceso de negociación política entre las fuerzas democráticas vascas, el sociólogo de la universidad privada bilbaína se muestra partidario de que "se hable mucho" entre todos los partidos, incluidos Herri Batasuna, el Partido Popular y el partido socialista. Javier Elzo considera que si la negociación contempla la posibilidad de una reforma del texto constitucional, este paso debe contar con el refrendo de la sociedad vasca y de la española, aunque esto suponga un verdadero conflicto, pues "la mayoría de los miembros de ambas sociedades pueden presentar objetivos político-territoriales diferentes". "Nadie se puede excluir", señala, "ni siquiera el pueblo español. Es importante", continua, "que el pueblo español se involucre porque también tiene algo que decir, como lo ha hecho la sociedad inglesa en el proceso irlandés". "Lo fundamental", añade Elzo, "es que lleguemos a un acomodo en las concepciones sociales y políticas distintas que puede haber en el País Vasco y en España. Es necesario que entremos en una dinámica de discusión y diálogo para dar salida a las aspiraciones de una sociedad muy plural, pero que tiene, ya, un anhelo común: dirimir los conflictos por las vías democráticas".