Matutes presenta en la ONU el plan de autonomía para Gibraltar

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, presentó ayer ante la Asamblea General de la ONU su propuesta de amplia autonomía para Gibraltar como la "base de un acuerdo que, de una vez por todas, clausure una situación anacrónica". En su discurso anual ante la asamblea, el ministro señaló que su plan permitiría a España recuperar la soberanía del Peñón y a los habitantes de Gibraltar disfrutar de un mayor grado de autonomía política del que actualmente tienen.

Matutes se mostró, también, favorable a la reforma de las Naciones Unidas, pero constató que existen dificultades insalvables para incrementar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como pretenden Japón y Alemania, entre otras potencias regionales.La obligada referencia a Gibraltar, una constante de la política exterior española en las Naciones Unidas, tuvo este año un tono menos reivindicativo frente al Reino Unido, y más expositivo de una oferta que sigue sobre la mesa de negociación. Matutes recordó los llamamientos anuales que hace la Asamblea General para que continúen las negociaciones que pongan fin a la situación colonial de Gibraltar y explicó las grandes líneas del plan. A cambio de la soberanía de Gibraltar, España mantendría las "actuales ventajas de sus habitantes, otorgándoles un grado de autonomía mayor de la que actualmente disfrutan y aceptando, como garantía adicional de la buena fe española, el mantenimiento de una soberanía compartida por el Reino Unido y España durante un largo periodo transitorio".

Atrasos de pagos

La reforma de las Naciones Unidas, que atraviesa momentos financieros difíciles por la acumulación de atrasos en los pagos de Estados Unidos, el primer contribuyente, también fue abordada por Matutes que, además, constató las dificultades para introducir cambios profundos en el Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro indicó que no "hay que pretender forzar decisiones que pueden crear divisiones dentro de ciertos grupos regionales" y que había que reconocer que en la actualidad la única "alternativa realista" es la ampliación del número de países no permanentes. Japón y Alemania, que se han convertido en los países que sostienen la mayor carga financiera de la ONU, ante la morosidad de Estados Unidos, quieren un puesto permanente en el Consejo como gesto simbólico del fin de una era. Las potencias permanentes con derecho a veto son las ganadoras hace cincuenta años de la Segunda Guerra Mundial con el único añadido de la República Popular China. En Latinoamérica, Argentina, Brasil o México aspirarían al puesto que, en teoría, correspondería a esa región en una ampliación de los puestos permanentes.España, recordó Matutes, se convertirá el año próximo en el octavo contribuyente a los presupuestos de la ONU, gana un puesto, y quiere en justa reciprocidad una mayor responsabilidad, lo que, en otras palabras, supone una mayor presencia de españoles en los órganos administrativos y decisorios de la ONU. España, además, ha presentado su candidatura para ser miembro de la Comisión de Derechos Humanos para el periodo 2000-2002, y para formar parte del Consejo de Seguridad en el periodo 2002-2004.

Terrorismo

En su repaso a la situación internacional, Matutes expresó su preocupación por el terrorismo y el tráfico de drogas, se mostró dispuesto a incrementar las aportaciones voluntarias de España a los fondos de cooperación internacional y se mostró partidaria de extender los convenios de desarme y preocupada por la proliferación nuclear. La presencia de tropas españolas en diferentes misiones humanitarias que se realizan bajo la bandera de las Naciones Unidas es un ejemplo, en palabras del ministro español, del compromiso de España con el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.