Los profesores consideran que la secundaria no prepara bien para la universidad

Un estudio elaborado por el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados de Madrid (CDL) entre profesores asistentes a sus Cursos de Otoño el año pasado rebela que el factor "coherencia" entre la reforma no universitaria (LOGSE) y el sistema universitario ha obtenido un suspenso.En una franja de evaluación de 1 a 5 puntos, la coherencia entre la enseñanza que se imparte en la secundaria obligatoria (ESO) y en el bachillerato, y la que se da en la Universidad obtiene la puntuación media más baja dentro del panorama de toda la reforma, con 1,93 puntos.

Los profesores asistentes al seminario de matemáticas son los más duros y le dan a esta coherencia 1,47 puntos, seguidos de los de física y química, 1,50. Los más generosos, han sido los participantes en el seminario de música, con 2.56 puntos.

Menos utopía

La encuesta, en la que han participado profesores de secundaria, bachillerato y universidad (con una muestra de 1.284 consultados a la que han contestado 913), agrupados por cada uno de 26 los seminarios impartidos en el curso pasado en la Universidad de Otoño organizada por el CDL, rebela que una mayoría de los asistentes pide a la reforma menos utopía, menos alumnos por aula, aumento de los dos años del bachillerato a tres, y mayor formación del profesorado tanto inicial como permanente.Como corresponde después de varios años de batalla, los docentes de lenguas clásicas piden más horas de cultura clásica en la ESO y en el bachillerato; lo que reiteran, a su vez, los de Historia y Geografía, filosofía y matemáticas para sus asignaturas respectivas. Todos los docentes de humanidades encuestados se encuentran decepcionados por el tratamiento de estas materias por parte del Ministerio.

La reforma, en general, ha obtenido un aprobado raspado con la puntuación de 2,70, y el juicio global sobre la ESO alcanza un 2,57.

De las 13 preguntas relacionadas con la reforma, sólo ha conseguido un aprobado el nivel de información que han recibido los encuestados sobre la misma. Y la nota más baja (2,26), después del citado 1,93 que se ha llevado la coherencia reforma/universidad, ha ido a parar a la forma en que el ministerio está desarrollando la aplicación de la reforma. El juicio global sobre la ESO ha obtenido 2,57 puntos, y sobre el bachillerato, 2,80. La nueva formación profesional (FP) ha obtenido 2,90 puntos.

A propósito de la reforma, después de calificar la estructura del sistema de "caótica", "desastre" "idealista", aunque no faltan algunas respuestas que le otorgan un "apto", "bien", "positiva aunque idealista", los asistentes al los seminarios de la Universidad de Otoño, 1997, sugieren: más recursos, reorientar el 4º curso de la ESO para adaptarlo mejor al bachillerato, evitar que tengan que convivir en un mismo centro alumnos de 13 y 20 años, reducir el número de alumnos por aula, aumentar las plantillas de profesores y potenciar los departamentos de orientación.

Los profesores consideran que su formación inicial es pobre, poco práctica, y que la permanente carece de motivación. "Hace falta una mayor oferta de cursos", dicen, "que esos cursos se puedan realizar en horario lectivo, que se centren en cuestiones más pedagógicas y menos teóricas y que sean gratuitos.

La Universidad de Otoño, cuyos seminarios organiza este año el CDL de Madrid en colaboración con la ONU, la Unesco, el Ministerio de Educación, la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid y varias universidades, verá este año su 18º edición, coincidiendo con el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

A los 26 seminarios de actualización de conocimientos del profesorado en diversas materias y en la aplicación de la ESO, asistirán cerca de 2.000 docentes entre los días 14 y 25 de septiembre.