Realojamiento de gitanos en Torrelavega con protección policial

El Ayuntamiento de Torrelavega (Cantabria) consumó a primeras horas del jueves el realojamiento de ocho familias gitanas en una finca de propiedad municipal, con la escolta de agentes antidisturbios y casi por sorpresa para evitar las iras de algunos vecinos del barrio de Sierrapando. En los últimos siete años, estas familias habían ocupado, con autorización del Ayuntamiento, varias chabolas en el barrio de Nueva Ciudad. Los terrenos ahora abandonados los precisa el Ministerio de Fomento para construir la ronda del bulevar, y por eso han sido trasladadas.La concejal socialista Inmaculada González, encargada de Asuntos Sociales, fue insultada y agredida por algunas personas, y la policía cargó contra ellas. Numerosos vecinos contrarios al domicilio elegido para los gitanos, han sido acusados por la fiscalía de xenofobia y sedición.

En tanto se les construyen viviendas fijas en el lugar, los gitanos ocupan desde ayer unos módulos prefabricados, apresuradamente instalados en la llamada finca de los Soldados de Sierrapando. Cada uno de ellos tiene una superficie de unos 60 metros cuadrados y que suman un salón comedor, dos o tres pequeñas habitaciones, una cocina y el baño.

En su oposición al acercamiento de los gitanos a Sierrapando, algunos vecinos llegaron a planear en la primavera pasada la formación de una patrulla urbana, para lo que acudieron al cuartel de la Guardia Civil a fin de tramitar permiso de armas.

Los vecinos montaron guardia durante largos días en el acceso a los Soldados para evitar la entrada de material destinado a los gitanos. Ahora piden protección y seguridad ante sus nuevos vecinos.