Tres muertos durante el asalto a una comisaría de policía al norte de Tirana

Un ataque con lanzagranadas y metralletas perpetrado ayer contra la comisaría de policía de Lezha (90 kilómetros al norte de Tirana) se cobró tres muertos y numerosos heridos cuando las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los asaltantes, según informo el portavoz del ministerio del Interior, Artan Bizhga. La policía ha recibido estos últimos días la orden de disparar contra toda aquella persona sospechosa de pillaje o que atente contra las instituciones del país.Mientras en el norte ocurrían estos hechos, el lugar de Tirana donde cayó asesinado Azem Hajdari (a unos 30 metros de la sede del Partido Democrático), se ha convertido en lugar de culto para sus seguidores. Las fotos del asesinado aparecen con una tira negra en señal de luto y una orla con la frase "Creía en Dios, en la democracia y en su pueblo".

Una docena de coronas y ramos de flores forman un círculo en torno al lugar del crimen. En medio de ese círculo se amontona la cera de las velas y aparecen en el suelo montones de colillas y cigarrillos enteros. Explican los transeúntes que lo de los cigarrillos responde a una costumbre musulmana de acudir con tabaco a los velatorios. Los seguidores de Hajdari llevaron esos cigarrillos a su dirigente asesinado. En los alrededores, la vida transcurre en Tirana con un tráfico caótico, bicicletas que circulan por todas partes y coches que se abren paso a golpe de bocina en medio de un bulevar que un día llevó el nombre del dictador soviético Josip Stalin. A ambos lados del bulevar se alinean construcciones que son el exponente palpable del paso del fascismo musoliniano por Albania. No falta el monumento dedicado en su día al dictador estalinista Enver Hoxha, quien gobernó durante más de 40 años Albania y mantuvo cerrado el país a espaldas de todas las corrientes del mundo moderno, salvo el comunismo marxista-leninista de corte maoista.