La oposición no logra que Zaplana concrete sus compromisos en los temas de interés general

La oposición no logró ayer, en la primera jornada de discusión de las propuestas de resolución posteriores al debate de política general, que el presidente de la Generalitat asumiese compromisos concretos en los temas de interés general. El cambio de estrategia de Unión Valenciana respecto a sus socios populares facilitó el camino al Consell. Las únicas propuestas aprobadas ayer consisten en compromisos de buenas intenciones respecto al AVE, el mantenimiento del Objetivo 1 de la Unión Europea, la presentación de una ley de Ordenación del Territorio y política hídrica.

Unión Valenciana se comportó ayer, por primera vez en muchos meses, como un auténtico socio de gobierno. Los regionalistas estuvieron constructivos, defendiendo al alimón sus posiciones con los populares, y desmarcándose de los cantos de sirena lanzados por los grupos de izquierda. Unión Valenciana parece reservar los rejones reservados al Partido Popular para las semanas previas a la campaña electoral. La intención con que los socialistas acudieron a este tramo del debate de política general -lograr compromisos concretos del Consell- se convirtió rápidamente en agua de borrajas. Así, acabaron apoyando propuestas -apoyadas por la unanimidad del pleno de la Cámara- como "Las Cortes Valencianas manifiestan la necesidad que tiene la Comunidad Valenciana de permanecer como Objetivo 1 en los criterios de participación en los fondos europeos. Y en este sentido instan y apoyan cuantas iniciativas y gestiones faciliten la permanencia de la Comunidad Valenciana en dicho objetivo". El diputado socialista Víctor Fuentes fue claro: "Pedíamos que viniera Zaplana a las Cortes a explicar lo ocurrido, pero en busca del consenso hemos renunciado". Los socialistas también se sumaron a las actuaciones que Zaplana realiza con el Ministerio de Fomento, Comunidad de Madrid y otras instancias implicadas para impulsar la construcción del AVE entre Valencia y Madrid. En esta propuesta la nota discrepante corrió a cargo de Esquerra Unida-Els Verds, que justificó su oposición a este tipo de tren por el elevado coste, sus repercusiones en la ordenación del territorio y los problemas de seguridad. Joan Ribó, presidente de Esquerra Unida, abogó por que el Gobierno cumpla sus compromisos ferroviarios en las líneas de velocidad alta. Socialistas y Esquerra Unida-Els Verds se intercambiaron los papeles en la enmienda transaccional que solicitaba al Consell la presentación de un proyecto de ley de Ordenación del Territorio para garantizar el desarrollo sostenible y aumentar la protección delos espacios relevantes. En esta ocasión, EU-EV optó por apoyar la iniciativa de populares y regionalistas, confiando en las ventajas de debatir la política urbanística en un pleno específico. Por su parte, el Grupo Socialista no se mostró conforme. El diputado del PSPV Enrique Ayet explicó que la proposición aprobada no era más que una vieja promesa incumplida del ex consejero de Obras Públicas Luis Fernando Cartagena destinada a refundir los textos de las leyes vigentes. Ayet argumentó que, además, la redacción de la proposición de resolución coincidía con el texto del preámbulo de la ley urbanística de 1996. Sus argumentos sirvieron de poco ante los votos arrastrados por el popular Fernando Giner, el regionalista Filiberto Crespo y los de EU-EV. Giner defendió la propuesta con el argumento de que era necesaria "más flexibilidad y agilidad para [lograr determinados] usos del territorio que no tienen solución a nivel muncipal". El Grupo Socialista había presentado una propuesta de resolución en la que instaba al Consell a presentar un proyecto de ley de Ordenación del Territorio en el que se calificase un 20% del mismo como espacio natural. El socialista Enrique Ayet justificó la oposición de su grupo a la enmienda transaccional pactada por los demás en que no había existido "diálogo" alguno, sino que simplemente le habían pedido que apoyara la iniciativa. En materia de política hidráulica el guión fue el mismo. Todos los grupos aprobaron una propuesta instando al Consell a considerar como prioritarias las actuaciones en la cuenca del río Segura, algo que los vecinos de las poblaciones que sufren la contaminación se encargan de recordar a los políticos diariamente. La resolución demanda que se garantice el caudal ecológico y se incremente la vigilancia sobre los vertidos que se lanzan al río. En la primera jornada de debate de las resoluciones -el pleno concluirá, probablemente, mañana al mediodía-, los socialistas consiguieron colocar una de sus propuestas, que fue aceptada por unanimidad del resto de los grupos parlamentarios. La propuesta insta al Consell a que el tren de velocidad alta Alicante-Barcelona se comparta en el tramo Tarragona-Barcelona con el del AVE. El resto de iniciativas debatidas ayer por la oposición fueron desestimadas por el bloque conservador. La anécdota parlamentaria la protagonizó la diputada de Esquerra Unida-Els Verds Carmen Cana, quien después de defender apasionadamente un paquete de propuestas destinadas a reducir la siniestrabilidad laboral y la jornada laboral y los derechos de las mujeres, como el aborto, se equivocó y voto en contra de las iniciativas defendidas. Un despiste que no tuvo importancia dado el resultado de la votación.