Orio se adjudica con autoridad la Bandera de La Concha y suma 29 títulos en su brillante historial
La "Kanpa" de Orio retuvo ayer el título y se llevó por tercera vez consecutiva la Bandera de La Concha al imponerse con claridad a San Pedro. A la tercera fue la vencida y por fin pudo celebrarse la regata definitiva para coronar al gran dominador de la temporada de remo. La embarcación oriotarra aventajó en 21 segundos a San Pedro y no vio inquietada su superioridad en ningún instante. Trintxerpe, que cierra una temporada excelente, mantuvo la tercera posición tras disputar un duelo espectacular con Koxtape, cuarto al final. Las traineras gallegas no tomaron la salida.
Orio es el mejor. No hay discusión al respecto. Con la mar en calma, haya una ola mediana o se levante un maremoto, la Kanpa de Orio no tiene enemigo hoy por hoy. Ayer se puso de manifiesto que los oriotarras poseen la mejor tripulación, una cuadrilla poderosa, bien acoplada y con una fortaleza descomunal. La demostración marinera que dieron ayer en la bahía donostiarra anula todas las discusiones. En tierra circulaban los comentarios barajando las posibilidades que una mar erizada, con una pequeña trapalla (agitación de las olas), concedía a San Pedro. Era la mejor tesitura para los aspirantes morados. Ni así. Orio acalló todas los debates en cuanto soltaron la estacha y realizaron la txanpa inicial. Las primeras 50 paladas de Orio (calle 4), encadenadas en el primer minuto de la regata, le allanaron el camino hacia la victoria porque San Pedro (calle 3) no encontró su remada en la salida y además su trainera bogó más saltarina que la de Orio. Hasta la ciaboga los oriotarras enseñaron la popa a sus contrincantes y dominaron la prueba sin aparentes problemas. San Pedro realizó el giro con una desventaja de cinco segundos que le alejaron definitivamente de la remontada. Sólo podía salvarle un descalabro de Orio, que no ocurrió gracias a las buenas artes de Txiki Larrañaga como patrón. Aprovechó las empopadas (olas que vienen por la popa) y enfiló el largo de la llegada con un poderío incontestable. La vistosidad de la regata se centró en la plasticidad de la remada de Orio, que dejó sentado que se adapta muy bien a la mar picada. Poco antes de la ciaboga, el proel de Orio, Mikel Orbañanos, lanzó al agua dos gomaespumas empapadas de agua para protegerse del golpeo de las olas durante el trayecto de vuelta a la bahía. Todo estaba premeditado al milímetro. La sentencia Los 21 segundos de ventaja de Orio lo dicen todo. San Pedro perdió en el tramo de vuelta hacia La Concha demasiado tiempo y no consiguió llevar la remada tan limpia y suelta como Orio, aunque la cadencia de las paladas fue similar (36-37 por minuto). La sentencia estaba dictada desde el banderazo de salida. En las calles más próximas al Aquarium, Trintxerpe y Koxtape protagonizaron otro duelo particular. Éstos, en pugna por el tercer puesto en la clasificación porque en la primera jornada terminaron a una centésima de distancia uno de otro. Los primeros fueron a rebujo casi siempre, pero en el último cuarto de la regata reaccionaron de forma espectacular cuando se montaron encima de dos olas que les colocaron por delante de Koxtape. La txanpa final de Trintxerpe fue primorosa, como toda su temporada. En la primera tanda, huérfana de embarcaciones gallegas, escenificó un mano a mano entre Donibaneko y Arraun, que se inclinó muy a favor de los pasaitarras. Clasificación: 1º Orio, 20m. 20s. 90c. 2º San Pedro, a 21s. 25c. 3º Trintxerpe, a 33s. 55c. 4º Koxtape, a 35s. 85c. 5º Donibaneko, a 37s. 21c. 6º Arraun, a 1m. 27s. 18c.
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