Bouygues y BCH negocian una solución al conflicto en Aguas

El grupo francés Bouygues y el BCH buscan una salida negociada al conflicto accionarial en Aguas de Valencia, SA, (AVSA), de la que ambos son, directa o indirectamente, accionistas. Una hipotética alianza entre los franceses, con el 43% del capital, y el banco, con otro 16%, resolvería la situación de impasse en que se encuentra la compañía. Fuentes conocedoras de los contactos dicen que Jaime Lamo de Espinosa es el principal candidato a la presidencia, aunque los franceses están abiertos a cualquier sugerencia del BCH.

El encuentro entre el BCH y el grupo francés Bouygues, accionista único de Saur International -los franceses están en el consejo de Aguas de Valencia a través de esta sociedad- se produjo la pasada semana en París, según confirmó ayer el banco. Las conversaciones, según el BCH, se entablaron a petición del grupo constructor francés, aunque otras fuentes insisten en que fue el banco quien llamó a la puerta de Bouygues. Con independencia de quien tomara la iniciativa, lo cierto es que, fuentes conocedoras de estos contactos, aseguran que el BCH le ha reiterado a Bouygues que "tienen que sentarse a negociar" sin más dilación. Entre los puntos sometidos a discusión figura, en primer lugar, la presidencia de Aguas de Valencia, a la que Jaime Lamo de Espinosa, asesor del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, seguiría optando, si bien los franceses estarían dispuestos a sopesar cualquier propuesta del BCH. En segundo lugar, la vicepresidencia de Aguas de Valencia, que ahora ocupa Álvaro Aguirre, los franceses la ofrecen al banco que preside José María Amusátegui. La designación del consejero delegado se puede aplazar para más adelante. El futuro de Vicente Montesinos, nombrado consejero de Aguas de Valencia el pasado 30 de julio a propuesta del Banco de Valencia-Grupo Bancaixa, en los órganos de gobierno de la compañía no estaría en peligro. Montesinos continuaría, a pesar de que al Banco de Valencia, con un 5% de las acciones, no le correspondería. Por último, sería condición imprescindible para alcanzar cualquier acuerdo que entre el quinto consejero de Saur en Aguas de Valencia. En concreto, el puesto sería para José María Izquierdo. De cerrarse un acuerdo en este sentido, los órganos de gobierno de Aguas de Valencia se pacificarían y a partir de ahí se procedería a una reordenación accionarial. Los franceses tendrían entonces varias posibilidades: vender el 13% al Banco de Valencia-Grupo Bancaixa, tal como se proyectó en un principio, o dar entrada a otros accionistas. Las mismas fuentes apuntan que el Banco de Valencia, que preside Julio de Miguel, está en estos momentos al margen de estas conversaciones. La solución, en todo caso, debe ser rápida, dado que algunos negocios no pueden esperar. Sin ir más lejos, el pliego de condiciones para optar a la privatización del 49% de Egevasa, empresa de la Diputación Provincial de Valencia que gestiona el abastecimiento de agua de varios municipios metropolitanos. Éste es un negocio en el que Aguas de Valencia tiene puestos los ojos. Algo lógico, dado que las condiciones para la adjudicación valoran, por encima de la oferta económica, la experiencia en la prestación del servicio y en ese aspecto, Aguas de Valencia gozaría de cierta ventaja. Los franceses no han descartado, por otro lado, conseguir, mediante la compra de acciones en bolsa, el 48% del capital de Aguas de Valencia, lo que les permitiría convocar una junta general de accionistas y aprobar sus propuestas por mayoría absoluta. AVSA tiene su principal negocio en el contrato de suministro de agua potable a Valencia. La concesión, propiedad del Ayuntamiento, expira el año 2002. Para entonces la Corporación tiene previsto crear una sociedad mixta, a la que otorgará la concesión. Sólo resta por decidir cuál será el socio privado, aunque todo apunta hacia Aguas de Valencia.