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Groucho, sospechoso de marxista

El FBI investigó minuciosamente las declaraciones y vinculaciones progresistas del célebre cómico

, Ignorando tal vez su famosa afirmación de que "nunca ingresaré en un club que acepte como miembros a personas como yo", el FBI investigó a fondo los contactos de Groucho Marx con el Partido Comunista de EE UU durante los años cincuenta. Las tendencias progresistas del más famoso y genial de los hermanos Marx eran bien conocidas. Pero ahora Jon Weiner, un profesor de historia de la Universidad de California en Irvine, ha publicado en la revista The Nation un artículo relatando su análisis de 186 páginas de los archivos del FBI, que incluyen correspondencia e informes sobre la ideología del humorista y escritor. La policía federal de EE UU se ha quedado con otras 16 páginas que considera secretas.Las revelaciones y el impacto de los documentos sobre Groucho Marx, que falleció en 1977, a los 82 años, son pequeñas y un poco decepcionantes. Su hijo ha declarado a The New York Times que nunca fue comunista, sino "un demócrata". Lo que más llama la atención es la mera existencia de un informe en el FBI en el que, además, a menudo se le llama Graucho. "Esto lo entendería hasta un niño de cinco años", diría Groucho, "que traigan a un niño de cinco años".

La mayor parte del informe se refiere a un caso de incumplimiento de derechos de copyright que se remite a 1937 y no tiene nada que ver con el partido comunista. El resto son comunicados internos del FBI y cartas acusadoras de ciudadanos respetuosos con la ley llamando la atención sobre comentarios sarcásticos que hacía Groucho Marx en su programa de televisión You bet your life.

El director de la orquesta de ese programa, que fue muy popular en su momento, era el comunista perseguido Jerry Fielding. Los patrocinadores del espectáculo exigieron su despido, cosa que Groucho hizo a su pesar y recordó siempre como "uno de los mayores remordimientos" de su vida. Por lo menos, dice Jon Wiener en su artículo, Groucho no señaló con el dedo a nadie, como era frecuente durante la caza de brujas. "Ésos son mis principios; si no te gustan, tengo más", dijo Groucho en una ocasión. Claro que también dijo una vez: "Quiero que me citen diciendo que se me ha citado mal".

Todo había empezado con la investigación de supuestas contribuciones al partido comunista por parte del protagonista de Un día en las carreras y Sopa de ganso. Esta sospecha se despejó pronto, pero ya estaba en marcha una campaña para vigilar de cerca los comentarios del famoso actor sobre polémicas sindicales del momento. El periódico socialista de EE UU The Daily Worker dijo entonces que Groucho era "una persona de clase trabajadora que nunca ha olvidado sus orígenes y en cuyo sentido del absurdo hay, según mucha gente, una considerable sátira y apasionadas pullas contra la sociedad contemporánea".

Esto también fue motivo para que la máxima autoridad policial de EE UU y el Comité del Congreso de Actividades Antiamericanas levantaran la veda sobre el hombre del bigote y el puro, que en realidad se llamaba Julius. Al FBI le molestaba que el segundo Marx más importante de la historia hubiera ido a un concierto benéfico a favor de Rusia en 1942, que se opusiera al ingreso de la España fascista en la ONU en 1945 y que se uniera a actores de Hollywood que protestaron contra la caza de brujas, como Humphrey Bogart, Lauren Bacall y Frank Sinatra. Y todo ello después de haberse hecho famoso con endiabladas citas, como "sea lo que sea, estoy en contra".

Las pesquisas del FBI nunca trascendieron el ámbito del intercambio interno de información. Sorprendentemente, a pesar de las sospechas, el FBI declinó una y otra vez emprender una investigación abierta en torno a Groucho Marx. El director de la agencia, el famoso reaccionario J. Edgar Hoover, llegó a escribir en una carta que "la jurisdicción y responsabilidades del FBI no alcanzan al punto de proporcionar evaluaciones o comentarios sobre el carácter e integridad de un individuo concreto".

Jon Wiener termina su artículo en The Nation diciendo que el archivo del FBI sugiere que Groucho no era sólo un cómico cínico e ingenioso; también parece haber sido un hombre de izquierdas, y más tarde, de principios liberales, por lo cual la posteridad le debe estar agradecida. Pero como dijo él: "La posteridad no me importa. ¿Qué ha hecho por mí la posteridad?".

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