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Entrevista:

"En España no existe ningún apoyo institucional a la música"

Hechos Contra El Decoro se embarcó en el proceso de creación musical hace más de dos años con ánimo rupturista. Desde sus comienzos, el grupo apostó por conjugar textos de gran contenido social con una música que respondiese al mestizaje de una formación integrada por ocho personas de nacionalidades distintas. El cineasta Fernando León de Aranoa escuchó sus trabajos y vio que encajaban con la temática de su nueva película Barrio, una producción que se estrenará dentro del próximo Festival de Cine de San Sebastián. Entonces propuso al grupo participar en su banda sonora, junto a conjuntos como Amparanoia, Mano Negra y Extremoduro, entre otros. La banda sonora se edita ahora en un CD de Esan Ozenki Records. Dos de sus integrantes, Ángel Luis Lara y Nacho Murgui, lo presentaron en San Sebastián. Pregunta. ¿Ha supuesto un reto esta propuesta, una dificultad añadida a su trabajo? Respuesta. Si creas una canción diseñas su estructura a la medida que quieres; en cambio, aquí hemos tenido que adaptarla a unos tiempos, a unas imágenes y a una temática determinadas y esto ha supuesto una mayor dificultad. P. ¿Cómo conciben la música? R. La cultura se puede concebir como una mera postura estética o como una expresión viva de un deseo colectivo de transformar la sociedad y Hechos Contra El Decoro va por ese lado. Pensamos que la música, como la literatura y el cine, tienen su papel, la posibilidad de desatar un proceso de cambio. Y es importante porque es lo primero que llega a muchos chavales de barrio. Casi nunca se cuestiona que un ensayo pueda aportar algo a la transformación social; sin embargo, sí se hace con la música, cuando se trata de un soporte que puede llegar a más gente. P. ¿Su procedencia de barrios trabajadores ha influido en sus canciones? R. Algo ha influido. Pero nosotros no somos un grupo de música comprometida, en el sentido de decir "vamos a ver la realidad y a denunciarla". Hablamos de nuestras vivencias; hay mucho de víscera en lo que contamos. P. ¿De dónde nace el mestizaje musical de sus canciones? R. El grupo lo integramos personas de distintas procedencias: la mayoría somos de Madrid, pero también hay gente de Argentina y de Nápoles. Además, nunca hemos tenido ningún prejuicio musical y hemos escuchado de todo. También es una postura a nivel político. Nos encontramos en un mundo que se define como el del pensamiento único y trabajamos por romper con todo tipo de homogeneidades. P. ¿Han encontrado muchas trabas en su camino? R. Al ser gente de pocos recursos hemos encontrado una traba constante de falta de infraestructura. A esto hay que sumar el hecho de que llevamos a cabo una iniciativa que trata de abrir caminos distintos dentro de la concepción habitual que se tiene de la música. E intentar salirte de las reglas del mercado es muy duro y muy complejo. Hay que tener una estrategia bastante fina. Hemos topado con las dificultades con las que se encuentran todos los grupos jóvenes porque no existe en España ningún apoyo institucional a la música. P. ¿Se siente uno solo en este viaje? R. Se echa en falta la posibilidad de que la gente joven, con pocos medios y de clase trabajadora pueda expresarse, algo que a los poderes de este sistema no les interesa lo más mínimo. El problema es el de la libertad para qué. La posibilidad de cantar lo que quieras no significa nada si no tienes el soporte material que garantice el ejercicio de ese derecho. Y hoy por hoy lo tienen muy pocos. Afortunadamente surgen experiencias e iniciativas como ésta que no es que suplan el hueco institucional, sino que lo enriquecen y lo superan con creces.

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