La Fiscalía vizcaína pide 8 años para un hombre que quiso quemar a su ex esposa

La Fiscalía de la Audiencia de Vizcaya ha pedido ocho años de prisión para Manuel Ángel López López como responsable de un delito de homicidio en grado de tentativa. El procesado roció con queroseno a su ex esposa, a sí mismo y el piso donde residían, y, tras prenderse fuego, se abrazó a la mujer. En San Sebastián, mientras, un padre será juzgado por abusar de su hija menor durante cinco años. El fiscal pide 68 años de cárcel para el acusado, a quien la niña no quería denunciar por miedo a que la pegase.

Manuel Ángel López se sentará mañana en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia de Vizcaya y deberá responder a la acusación de homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco. Los hechos se produjeron el 9 de julio de 1994 en una vivienda de Abanto y Ciervana (Vizcaya) en la que la pareja vivía a pesar de estar separados de mutuo acuerdo. Los ex cónyuges iniciaron una discusión y él abandonó el lugar advirtiendo a la mujer: "Volveré para matarte". A los pocos minutos, según el informe fiscal, el procesado regresó con una garrafa de queroseno, que vertió sobre el piso, sobre sí mismo y sobre su ex esposa y se prendió fuego abrazando a la mujer y diciendo: "Te crees que no soy capaz; sí, pero juntos". La mujer, después de un forcejeo, consiguió zafarse de su lado, por lo que no sufrió heridas de consideración. La vivienda resultó con elevados daños materiales. La acusación particular, que representa los intereses de la ex esposa, reclama para el acusado nueve años de cárcel. La defensa reclama la absolución del procesado y afirma que éste no pretendía atentar contra la vida de su ex esposa y que todo se debió a una discusión sobre facturas. Cinco años de abusos Mientras, la Fiscalía de San Sebastián ha pedido 68 años de prisión para un hombre acusado de abusar sexualmente de su hija menor de edad en varias ocasiones a lo largo de cinco años. La niña no había delatado a su progenitor por "el temor que sentía por su padre que, en ocasiones, se ponía violento, estirándole el pelo, mordiéndole e hincándole las uñas", según figura en el informe del Ministerio Público. El acusado será juzgado en la Audiencia Provincial de San Sebastián. Las agresiones sexuales del padre a la pequeña se iniciaron en fechas anteriores a la separación del matrimonio. La niña tenía entonces siete años. Poco después de la ruptura de la pareja, cuando la niña pasaba los fines de semana con su padre, sufrió "penetraciones anales, bucales y vaginales". Los abusos se produjeron en las dos viviendas que tuvo el acusado en San Sebastián y Lasarte donde también agredió, según el fiscal, a una prima de la niña cuando ambas pasaron una noche en casa de la madre del procesado. Las menores padecieron en cinco ocasiones tocamientos por parte del acusado cuando les llevó en coche hasta la zona del cementerio de Polloe y del tanatorio de Zorroaga con la excusa de que les iba a enseñar a conducir.El procesado vivió dos años fuera del País Vasco y a su regreso reanudó las agresiones a la menor, que se prolongaron cuatro meses más hasta que la niña se atrevió a contárselo a su madre y ésta denunció los hechos.