La semana grande de Fuenlabrada arranca con Loquillo de pregonero y Deep Purple como máxima atracción
La espigada figura del rockero catalán José María Sanz, Loquillo, a efectos artísticos, asomándose al balcón del Ayuntamiento servirá esta noche, a partir de las 21 horas, para dar la bienvenida oficial a las fiestas patronales de Fuenlabrada (164.000 habitantes), que este año se presentan muy musicales. El propio Loquillo actúa hoy mismo, en compañía de Burning, en la Carpa Municipal, un escenario por el que desfilarán en jornadas sucesivas Ella Baila Sola (justo el día que se publica su esperado segundo álbum, E.b.s.), el osado tándem Enrique Morente-Lagartija Nick y el ex Rodríguez Andrés Calamaro. Toda esta constelación de estrellas se ve eclipsada, sin embargo, por la presencia del mítico grupo Deep Purple, el próximo martes, en el pabellón Fernando Martín.La actuación del legendario quinteto británico, justo en el año en que se ha publicado una edición conmemorativa del 25 aniversario de su Made in Japan, ha despertado una espectación inusitada en la ciudad. Las entradas, que salieron a la venta a un precio asequible (2.000 pesetas), se han agotado, y las peticiones de acreditaciones para periodistas especializados están llegando desde toda España y parte de Europa. Se trata del primer concierto de la gira española de los Purple y el único que tendrá lugar en la zona centro peninsular.
La contratación de la banda ha rondado los 12 millones de pesetas y ha disparado por encima de los 65 millones el total presupuestado para la semana grande. La cifra se antoja muy respetable en estos tiempos de contención en los gastos de festejos: a título de ejemplo, la vecina Getafe (con una población muy similar), invirtió 40 millones en sus fiestas, y los Veranos de la Villa le costaron al Ayuntamiento de Madrid 150 millones, pero se extendieron durante 80 días.
Pago diferido por pregón
El Consistorio fuenlabreño no pagará, en sentido estricto, a Loquillo por su alocución de esta noche. Desde el escándalo de hace cuatro años con Ramoncín, cuando se publicó que ganaba 800.000 pesetas por sus cinco minutos de discurso, el Ayuntamiento ha escarmentado con estas cosas e introducido una fórmula innovadora: al pregonero se le paga con una actuación. Así se hizo ya el año pasado en el caso de Pablo Carbonell. El capítulo taurino, el otro pilar tradicional de los festejos, arranca el martes con el primero de los tres encierros previstos. El recorrido comprende unos 600 metros, los que separan la Fuente de los Cuatro Caños de la calle de Las Eras.En la corrida grande, la del próximo jueves 17, coinciden los diestros Finito de Córdoba, Pepín Liria y José Antonio Canales Rivera, con astados de la ganadería de Baltasar Ibán. Un día antes llega la oportunidad para seis jóvenes promesas de la comarca con una novillada de promoción.
