La Generalitat destinará 11.010 millones al Plan Autonómico sobre Drogas

La consejera de Bienestar Social, Marcela Miró, presentó ayer el Plan Autonómico de Drogodependencias y otros Transtornos Adictivos para el periodo 1999-2002, que contará con un presupuesto de 11.010 milones. Miró aseguró que no se trata de un plan "irrealizable", ni tiene intención de "prometer lo que luego no se puede cumplir". Una de las acciones previstas es la creación de tres unidades de deshabituación residencial para mujeres, menores y alcohólicos.

Miró, que se negó en todo momento a tildar de borrador este plan, pese a que todavía debe ser aprobado por el Consejo Asesor de Drogodependencias de la Generalitat Valenciana, dijo que uno de sus objetivos básicos es la reinserción laboral de los drogadictos que hayan cumplido un periodo razonable de abstinencia y aseguró que en 1999 serán más de 1.000 los enfermos que se incorporen al mundo laboral. La consejera anunció la creación de tres unidades de deshabituación residencial para menores, mujeres y alcohólicos (con una capacidad de 20, 24 y 20 plazas, resepcticamente), y nuevas unidades de intervención en comisarías, en colaboración con la Delegación del Gobierno, además de programas específicos para familiares de los afectados, como los hijos de los alcohólicos. Desde el punto de vista de la asistencia sanitaria, el plan prevé la creación de nueve Unidades de Conductas Adictivas (UCAs), que, junto a las ya existentes, "asegurarán una cobertura asistencial del 100% de la población", según Miró, quien añadió que en todas ellas se incluirá también el tratamiento de las ludopatías a partir del año próximo. En el plano de la prevención, la consejera aseguró que el sistema de prevención de drogodependencias en la Comunidad Valenciana es "líder a nivel nacional", aunque no aportó datos sobre la disminución del consumo de drogas detectada desde su departamento. El plan anunciado ayer incluye la creación de otras nueve unidades de prevención comunitaria y la puesta en marcha, el próximo mes de noviembre, de un programa de prevención escolar para alumnos de ESO, diseñado por la Universidad de Elche. Otras de las novedades son la próxima apertura de la oficina ONU-Sida en Alicante para la formación de profesionales, y la apuesta por los conciertos plurianuales con las ONGs, además de la construcción de dos nuevos centros de documentación sobre drogodependencias en Alicante y Castellón. Miró comparó este plan autonómico (que nace tras la aprobación, en junio de 1997, de la Ley de Drogodependencias), con el elaborado en 1986 por la anterior Administración socialista y aseguró que el suyo no se caracteriza por su "escaso contenido" ni por su "fatla de concreción". Añadió además que en los dos últimos años se ha invertido más en la lucha contra la drogadicción "que en todas las legislaturas anteriores". De los 11.010 millones presupuestados, 3.695 se destinarán a la asistencia sanitaria, 3.315 a la reinserción social de enfermos, 1.981 a la prevención, 1.231 a la investigación y formación y 788 a la coordinación entre las distintas consejerías.