Los andaluces son los que más fuman de España y las andaluzas, las que menos
Los últimos estudios sanitarios señalan que los hombres andaluces son los que más fuman de España. No así las mujeres que, si se hace caso de los datos recogidos por comunidades autónomas, estarían a la cola. Pero, en conjunto, los fumadores andaluces representan el 37% de la población; siendo un 47% hombres y un 27% mujeres. Unos datos que explican, quizá, por qué la comunidad andaluza tiene el mayor número de enfermos con dolencias cardiovasculares del país. Otro dato revelador es que, todavía, colectivos como el de los médicos o el de la enseñanza, cuentan entre sus filas con el porcentaje más alto de pacientes de tabaquismo, respecto a otras profesiones. Y entre los grupos de extracción social más baja, se ha comprobado que son los parados los que abusan más del pitillo. Estos datos fueron expuestos ayer por los especialistas que participaron en el Curso Factores de Riesgo Cardiovascular que viene celebrándose, desde el lunes, en la Universidad Internacional de Sevilla. Según la epidemióloga y experta en Salud Pública Susana Sans, la permisividad que existe en España con el consumo de tabaco es tanta, que, si no se toman medidas, ésta podría acarrear consecuencias negativas para la economía nacional. "Poco respeto" "Cada día son más los extranjeros que se sienten incómodos en nuestro país ante el poco respeto que se les tiene a los no fumadores", señala. Al margen de este comentario, lo cierto es que uno de cada cuatro varones fallecidos en España lo hace por culpa del tabaco; en conjunto, son 47.000 los españoles que cada año mueren por esta causa. El catedrático de Epidemiología de la Universidad Autónoma de Madrid, José Ramón Banegas, reclama de los poderes públicos "una mayor sensibilidad con el tema", asegurando que por cada peseta que se invierta en luchar contra el consumo de tabaco, "se ahorrarán por lo menos diez, en un futuro próximo". Los expertos llaman también la atención sobre las nuevas formas "maquiavélicas" que están empleando las multinacionales tabaqueras para "enganchar" a la juventud al tabaco; a costa de reducir beneficios, bajan los precios e invierten en publicidad subliminal para captar nuevos clientes. "Últimamente", dice J.R. Banegas, "se observa claramente que las estrellas de cine fuman más asiduamente en las películas; incluso, algunos de estos actores aparecen fumando en las ruedas de prensa, cosa que antes no hacían". Asimismo, los epidemiólogos insisten en señalar que la educación es la base para cambiar los hábitos del potencial fumador, y lamentan que, ahora, sean las mujeres, especialmente las jóvenes, las que más fácilmente empiezan a fumar. En Andalucía, entre los jóvenes, las chicas que fuman son ya mayoría.
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