Hachuel manifiesta ahora que el dinero de la Fundación Levis es suyo
El financiero Jacques Hachuel declaró ayer en el caso Banesto que es el beneficiario del dinero procedente de la llamada Operación Carburos Metálicos (1.344 millones de 1990) en poder de la Fundación Levis de Liechtenstein, lo que implica un cambio respecto a su declaración en calidad de inculpado, el 8 de julio de 1996. Hachuel insistió que fue una "indemnización" pagada por Air Products. El financiero, que continuará hoy, es acusado de apropiación indebida junto a Mario Conde, Arturo Romaní y Rafael Pérez Escolar.
Ayer se reanudó tras las vacaciones el juicio oral del caso Banesto. Sobre las ocho de la tarde, al terminar la sesión -esta semana cada jornada empieza por la mañana y acaba por la noche-, el entorno de Mario Conde manifestaba su júbilo tras la primera parte de la declaración de Hachuel. Un alborozo que compartió durante la sesión el propio Conde, quien se deleitó con las explicaciones del financiero.Hachuel se mantuvo en línea con sus declaraciones durante la instrucción del caso Banesto, excepto en lo que se refiere a la que prestó como acusado, el 8 de julio de 1996. Allí, en aquella ocasión se le preguntó por la Fundación Levis de Liechtenstein, por el bufete de Herbert Batliner, que la administra. y si el dinero pagado por Air Products en abril de 1990 fue depositado en Levis. Hachuel declaró que no conocía la Fundación Levis, que ignoraba quien era el bufete de Herbetert Batliner & Partner y que sobre el depósito de los fondos en Levis, respondió que "eso indicaba EL PAÍS". Todas estas preguntas fueron formuladas por el letrado de Banesto -José Antonio Jiménez- y culminaban con la pregunta de si conocía al administrador de Levis, Hans Gassner. La respuesta de Hachuel fue la misma: "No".
Ayer, Hachuel explicó nuevamente, que los 1.344 millones de pesetas (18,6 millones de francos suizos) fueron pagados por Air Products directamente a la cuenta de Mariella, sociedad de Hachuel con cuenta en el NMB Bank de Suiza, siendo una "indemnización" por su participación en la Operación Carburos, en 1989 y 1990. Según Hachuel, si él no hubiese renunciado al ejercicio de unos warrants (derechos al 18% de Carburos Metálicos), el acuerdo de paz entre Banesto y Air Products, multinacional que poseía un 24,8 % de Carburos, no se hubiese podido materializar. "Era mi dinero, para qué iba a entrar en esta operación sino para ganar dinero", explicó el financiero.
Ya desde el comienzo de su comparecencia, Hachuel dijo, con calma y tranquilidad, que Hachuel era testaferro del banco en la mayor parte de las grandes operaciones: Urbis, fusión Urbis-Ceisa-Mas Macarena, compra de 1,1 millón de títulos de Banesto en 1989, y otras. "Sí, yo fui fiduciario de Banesto", contestó a preguntas del fiscal Luis López Sanz. Todo ello siempre lo negó Conde y su equipo durante sus años en Banesto.
Nueva versión
Con voz balsámica, Hachuel relató sus especiales relaciones con Conde y su gente. Dado que Hachuel se presentó como ciudadano argentino y habló de fiducias y propiedad real, preguntó al financiero si en Argentina "fiduciario" tiene alguna acepción legal diferente a la de España. Hachuel, que habla un perfecto castellano con acento porteño, dijo que no, que es lo mismo, esto es, que había sido testaferro de Banesto. Siro García, presidente del tribunal, había, pues, entendido bien. Hachuel no había sido el propietario real de Urbis ni del 1,1 millón de acciones de Banesto, sino que lo había hecho en acuerdo con Conde. Después matizo: "En acuerdo con el consejo de Banesto". Según Hachuel, la Fundación Levis no tiene un dueño o beneficiario como tal. El, Hachuel, es el beneficiario de los casi 20 millones de francos suizos que están en poder de Levis en Liechtenstein, según explicó, y ahora recordó que dicha fundación es propiedad del "prestigioso bufete Batliner", el mismo que dijo desconocer en julio de 1996.La nueva versión contradice no sólo lo que ha declarado el 8 de julio de 1996, sino los escritos de los abogados de Hachuel en Liechtenstein, quienes en dos escritos diferentes ante los tribunales de Liechtenstein, han planteado ante una demanda civil de Banesto que Levis está controlada por gente del ex equipo gestor del banco, "especialmente Arturo Romaní". El fiscal le preguntó por esta contradicción. Hachuel contestó que sus abogados de Liechtenstein habían leído en EL PAÍS que dicha fundación estaba controlada por Romaní y que entonces lo asumieron en su escrito de alegaciones como propio, sin consultarle.
Hachuel recordó que Air Products le envió directamente los 18,6 millones de francos suizos a la cuenta de Mariella en el NMB Bank de Suiza. Para ello, dijo, le dio el numero de la cuenta a un alto ejecutivo de Air Products, J. Kaminski, en Londres, para que se le hiciese la transferencia. Según reiteró, decidió depositar el dinero en Liechtenstein a la espera de ajustar cuentas con Conde ya que tenían pendientes el saldo de las operaciones fiduciarias desarrolladas durante sus años de colaboración en Banesto.
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