Jesús Gil y Gil contesta a EL PAÍS
En cualquier artículo de investigación o de información pueden aparecer noticias o conclusiones que se pueden ajustar a la verdad, como medias verdades o que al contrastarse lo son, ciertas e irrebatibles, pero, en el caso que nos ocupa, uno siente vergüenza al constatar que cuando dos manipuladores profesionales, Joaquina Prades y Francisco Mercado, se dirigen al alcalde bajo la promesa de que van a publicar lo que él diga, al margen de las historias de los demás, éstos le garantizan que así será, y que para ello lo están grabando.Al final se comprueba lo que ya se les decía a ellos: "Venís a piñón fijo, con una orden invariable y ni siquiera tenéis el mínimo de dignidad de un periodista profesional, que por un sueldo se ve obligado a hacer este papel".
Durante la entrevista y ante lo capcioso de las preguntas, que ya eran respuestas, y al repetirles lo mismo sobre su actitud, hombría de bien, falsos profesionales que atentan a la mínima deontología profesional, ellos ni se inmutaban. Incluso me permití el viernes llamar al inquisidor Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, que no se puso, como es lógico, y al aclararle los conceptos a su secretaria, preguntándome qué es lo que yo quería, le dije: "Exactamente, que respeten lo que yo he dicho en la entrevista, al margen de lo que ellos quieran publicar". Ni siquiera esto han cumplido.
En periodo de elecciones hemos mantenido contenciosos importantes con EL PAÍS, dirigiéndonos de forma dura y contundente contra su jefe, don Jesús de Polanco, en el sentido principalmente de que no podía admitir este tipo de atropellos, faltando a la verdad, pero siempre por defensa de intereses bastardos, que en este caso están muy claros.
El Grupo Prisa es público y notorio que ante todo defiende sus intereses y, como socio del PSOE, últimamente, en nuestro caso, defiende los postulados de la Junta, que jurídicamente no se sostienen y que son con respecto a Marbella un atentado al urbanismo, al Estado de derecho y a la Constitución.
Pero los que se dedican a esto ya parten de esa base y eso poco importa. El fin justifica los medios, y éstos incluyen el jugar con el crédito de las personas, falsear la verdad y tratar de crear un estado de opinión falso.
Les hemos repetido hasta la saciedad que su sistema patentado con el alcalde de Marbella no valía, porque, como se volverá a ver en las próximas elecciones, el pueblo ejercerá su derecho al voto, sabiendo -porque aquí está más educado y conoce este tipo de sistemas- a quién le interesa votar, quién le defiende sus intereses y con quién está feliz, viviendo dentro de la mejor calidad de vida del mundo.
Hoy no vamos a personalizar y a poner al descubierto lo mucho que de verdad sabemos, pero sí tenemos que, no protestar, porque eso es lo que harían muchos perjudicados y víctimas a los que no se les da esa opción, sino ratificar los siguientes puntos:
1.En los trabajos que ha publicado EL PAÍS durante los últimos 64 días no ha dicho una sola verdad en lo referente a Marbella. Es fácil constatar nuestra afirmación entre los hechos, lo que se ha producido, lo que está ocurriendo y lo que se ha publicado.
Los pobres curritos que hacen la información son ya muy conocidos por el hecho de que no pueden dar una noticia agradable de nuestra ciudad.
2. El Grupo Prisa defiende a la Junta de Andalucía por intereses bastardos. No son los pelotazos de Gil, que no se sostienen en pie, según el artículo de hoy domingo, son operaciones de otro calado y calibre, que se cumplen a rajatabla y a cambio se ofrece toda la artillería contra el que interesa; en este caso había que tapar el atropello urbanístico cometido, exclusivamente por motivos políticos sin ningún sostén jurídico y conculcando la ley, como ya se ha demostrado, y además parar a Gil para las próximas elecciones.
Nos vamos a reír, porque lo que no ha podido el Gobierno con el Grupo Prisa, con el que ya parece que se está "dando el pico", a lo mejor lo conseguimos nosotros.
3. El artículo del pasado 30 de agosto, bajo el título La gestión de Gil endeuda al Ayuntamiento de Marbella en 35.000 millones de pesetas y de los mismos mercaderes, más el de hoy, son un conjunto de falsedades, medias verdades, rumores sin confirmar y sin ningún fundamento, que podríamos contrastar públicamente, aunque esto no les interese, tanto en Canal Plus, en la SER o en EL PAÍS, con un notario delante, claro está, y los autores de la fechoría, Joaquina Prades y Francisco Mercado, especialistas que tiene la casa para estos cometidos.
En un Estado de derecho, en una democracia, sería factible el dar la oportunidad a los acusados de defenderse de toda la basura publicada, que sólo tiene un fin como sabemos, pero ¿autorizará el señor Polanco este acto democrático, como a él le han dejado hacer legalmente en el caso Sogecable o estamos ante la ley del embudo?
Vamos a tener, por lo que se ve, un año muy movido. Marbella no tiene ningún problema, ese caos que anuncian sólo está en la mente e imaginación de aquellos que viven con el sistema permanente del chantaje, utilizando a políticos desinformados y sin base alguna, por desconocimiento interesado, para que en sus medios publiquen lo que ellos quieren para cumplir sus fines.
Marbella está feliz; no existe una plaza hotelera libre; los campos de golf a tope, la gente trabajando y viviendo de maravilla. Se han censado más de 40.000 nuevas familias; el Ayuntamiento da viviendas gratis a los que no pueden pagarla; la seguridad es total, sin tener que recurrir a métodos que sólo están en la mente tercermundista y bananera de los esbirros escribidores.
Va a ser un año movido hasta las elecciones, nos vamos a divertir, pero los chantajistas se tienen que dar cuenta de que sus sistemas con Gil no valen, porque el "boca a boca" funciona y a ellos les vamos a poner en la picota y cada uno tendrá que responder ante el pueblo liso y llano de sus fechorías, de sus robos, de sus extorsiones, de sus comisiones y de las mordidas.
4. Nuestro delito es que libremente queremos ejercitar el derecho como cualquier otro español de concurrir a las próximas elecciones municipales como el GIL, partido político democrático de verdad, en más de catorce municipios. Pero hablar con estos chantajistas de Estado de derecho, de democracia y de derechos constitucionales es un auténtico sarcasmo.
5. El único Plan de Ordenación Urbana legal existente, les pese o no, hasta la fecha, es el aprobado por el Ayuntamiento de Marbella el día 7 de agosto de 1998, y a pesar de que el señor Vallejo, consejero de Obras Públicas, manifieste en todos los medios de información que en los próximos días los jueces anularán todo, como si estuvieran bajo sus órdenes, a lo mejor la Administración de justicia no acepta la extorsión y cumple con la ley.
Señores del Grupo Prisa, el lunes les envío los 64 trabajos que han realizado y por mucho que obtengan a cambio no está dentro de sus competencias el atacar a un pueblo que les ignora y que no se presta a su juego. Y a un alcalde que les va a dar la cumplida respuesta, porque ya saben ustedes el temor que les tengo, lo que pienso de ustedes y lo que me importan.
Firmado: Jesús Gil y Gil, alcalde de Marbella.
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