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Mono busca jaula nueva

El chimpancé Tico, inquilino del Parc de les Aus, en Vilassar de Dalt, desde que hace nueve años fue encontrado en los bosques de la vecina Cabrils, necesita una jaula espaciosa donde vivir sin angustias. El mono pertenece a una especie en vías de extinción y, por tanto, está tutelado por la Administración pública (en este caso, por la Generalitat), pero ésta no tiene intención alguna de sufragar los 15 millones de pesetas que cuestan la nueva jaula y sus instalaciones complementarias. El Parc de les Aus celebró ayer una jornada de apoyo a Tico y destinó la recaudación del día a un fondo para la construcción de la nueva jaula. En ese fondo ya habían 700.000 pesetas recaudadas con anterioridad entre los visitantes de este zoológico del Maresme. Hace nueve años, exactamente el 3 de octubre de 1989, Antonio Carmona, un vecino de Vilassar de Dalt, buscaba setas, como muchas otras mañanas de otoño, en los pinares de Cabrils. Cuál no sería la sorpresa de Carmona aquel día cuando de repente vio un mono en el bosque. El chimpancé, originario de las selvas tropicales africanas, lejos de asustarse por la presencia humana, le dio la mano al boletaire y se subió a su coche. Con toda probabilidad, el chimpancé había sido introducido ilegalmente en España, porque al tratarse de una especie en vías de extinción se necesitan permisos especiales para poder poseer uno de estos animales. Alguien lo abandonó en el bosque, igual que sucede con muchos perros en verano, "porque se había cansado de él", afirma Marta Vinyals, una de las responsables del Parc de les Aus. El hombre que encontró al pequeño chimpancé lo llevó hasta el zoológico de Vilassar de Dalt y allí se hicieron cargo de él y le llamaron Tico. Al tratarse de un animal de una especie en peligro, la dirección del parque puso los hechos en conocimiento de la Dirección General de Medio Natural de la Generalitat para que decidiese qué debía hacerse con el primate. De haber sido una hembra, probablemente hubiera sido trasladada a algún gran zoológico español. Pero como se trataba de un macho, que en la edad adulta necesita un grupo de cría, la Administración decidió en 1995 que permaneciese en el Parc de les Aus. Pero el zoológico del Maresme, especializado en aves, no estaba preparado para alojar a un chimpancé, de modo que sus responsables empezaron a buscar dinero para construir una instalación apropiada. Ante la negativa de la Administración a sufragar los gastos, el Parc de les Aus lanzó una campaña para que sus visitantes conozcan el problema de Tico, que hoy vive en una jaula de 15 metros cuadrados. Aunque sus cuidadores le permiten salir de la jaula para pasear por el zoológico fuera del horario de visitas, el animal es joven y necesita mucho más espacio para moverse, sobre todo en la época de celo. Ayer por la tarde se puso de forma simbólica la primera piedra de las nuevas instalaciones de Tico, que aún no tienen fecha, ni dotación, para el inicio de las obras. La jaula proyectada estará preparada para acoger a hembras de la misma especie y así formar un grupo de cría. Con este proyecto, el parque se propone acceder a los programas internacionales de ayuda a la cría de especies animales en peligro de extinción, los cuales tienen como objeto la ampliación del número de individuos y su reintroducción en el hábitat natural.

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