El nuncio asegura que la Iglesia no se plantea segregar de la diócesis de Tortosa los municipios castellonenses
El nuncio del Papa en España, monseñor Lajos Kada, dijo ayer que el Vaticano no se plantea la segregación de los 42 municipios castellonenses de la diócesis de Tortosa para incorporarlos a la de Segorbe-Castellón. "Nunca había oído hablar de este asunto", aseguró Kada en Tortosa -que es la capital diocesana más meridional de Cataluña-, donde el nuncio asistió a los actos litúrgicos y fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Cinta, patrona de la población. La integridad de la diócesis de Tortosa se ha visto fuertemente cuestionada en los últimos meses. Las posturas segregacionistas expresadas abiertamente por algunos sacerdotes, entre ellos el de Catí (Castellón), Joaquín Obón, han encontrado apoyo este verano en una voz política. Unió Valenciana, partido anticatalanista que preside Les Corts y comparte con el PP el Gobierno de la Generalitat Valenciana, ha reclamado que los límites de la Iglesia se adapten a los de las comunidades autónomas. "No tiene sentido que tengamos [el Gobierno valenciano] que asumir inversiones en zonas que están gestionadas por mandatarios de Cataluña", indicó el pasado agosto Alfredo Monfort, presidente local de UV en Castellón. El nuncio del Vaticano se distanció ayer de la postura de Unió Valenciana y defendió que una diócesis, como ocurre con la de Tortosa, pueda integrar territorios y población de diversas comunidades autónomas. "Me parece que no hay ambiente para esta petición y que no existe fundamento para esto", dijo ayer Kada en alusión a las reclamaciones de los segregacionistas. En un precario castellano, Kada añadió: "Es [la segregación] una cosa inventada en verano cuando hay que buscar cosas para los diarios." La diócesis de Tortosa, que tiene 141parroquias -42 de ellas ubicadas en el norte de la provincia de Castellón-, data del siglo IV y ya sufrió en los años sesenta un recorte, con la anexión de parte de su área de competencias a la diócesis de Segorbe-Castellón. El obispo de Tortosa, Xavier Salinas, nacido en Valencia, no ha tomado posición abiertamente sobre la polémica, aunque en alguna homilía sí ha dejado entrever su defensa de la integridad de la diócesis que encabeza. En este mismo sentido se expresaron ayer, en declaraciones a TV-3, los alcaldes de Benicarló, Jaime Mundo Alberto, del PP, y el de Morella, el socialita Ximo Puig. Este precisó que la segregación "no se la plantea nadie" y la unidad de la diócesis "no es ningún problema" para los municipios de Castellón. El secretario de la diocesis tortosina, Josep Maria Ribes, también ha rechazado las posturas divisionistas y se ha mostrado partidario de reestructurar la delimitación provincial. Tras el punto de vista de Ribes subyace un apoyo a la división territorial por regiones o veguerías con Tortosa como capital de una zona que integraría las comarcas de Castellón. Esta postura ha sido criticada por sectores eclesiásticos y políticos valencianos segregacionistas, que han visto en ella ansias de hegemonía catalana. La polémica entre Tortosa y Castellón tiene cierto paralelismo con la que existe entre los obispados de Lleida y Barbastro, después de que este último asumiera, en junio de 1995, las 111 parroquias de La Franja de Ponent - la mitad de la diócesis- del obispado de Lleida. La postura del nuncio Lajos Kada en defensa de la integridad de la diócesis de Tortosa contrasta con la que ha mantenido en el caso del conflicto Lleida-Barbastro. El pasado mes de agosto, Kada resolvió negativamente el recurso presentado por el obispo de Lleida, Ramon Malla, contra el decreto que obliga a esta diócesis a entregar el patrimonio artístico perteneciente a las parroquias de Barbastro depositado en el Museo Diocesano leridano.
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