La reacción de Wall Street, que recuperó un 3,82%, frena la caída del resto de las bolsas

La Bolsa de Nueva York se recuperó ayer en parte del fuerte retroceso sufrido el lunes y frenó el descenso de las bolsas europeas y latinoamericanas. Wall Street acabó, tras unos primeros minutos titubeantes, con una ganancia del 3,82% (288,36 puntos). En puntos, es la segunda más importante de esa bolsa. El desplome del 6,37% del día anterior había determinado la apertura del resto de las bolsas; pero el rebote experimentado por Wall Street antes de que cerraran en Europa, permitió que frenaran significativamente su caída y que las latinoamericanas tuvieran beneficios importantes. La bolsa neoyorquina, además, superó el récord de contratación en un día al alcanzar 1.214 millones de acciones. Paralelamente, la constante depreciación del dólar, sobre todo con el yen japonés, está restando presión a la situación económica.Muy pronto se pudo ver que el papel dispuesto a responder a las situaciones de pánico está descendiendo. La Bolsa de Madrid abrió con una caída del 3,71% (27,39 puntos), para iniciar inmediatamente una recuperación en consonancia con el resto de los mercados europeos y, en gran medida, a la espera de la apertura de Wall Street. Al cierre, esta bolsa perdía 5,51 puntos, el 0,75%. Londres fue el mercado más afectado por los recortes de Nueva York y bajaba un 1,53%. París perdía el 0,15% y Francfort subió un 0,93% (el índice Floor, que cierra por la mañana, perdió 0,87%), tal vez como consecuencia de la escasa importancia que el canciller Helmut Kohl le daba a la crisis rusa al rechazar una reunión del G-7 si se hace "sólo por el espectáculo".

No había noticias nuevas de Rusia, pero parece que los inversores entienden que se ha tocado fondo en cuanto a la situación política y que, en este terreno, ya sólo pueden llegar soluciones.

A nivel técnico, se ha llegado a una zona en la que bien podría considerarse descontado el efecto de la crisis, ya que el índice general de Madrid ha caído más o menos el 50% de lo ganado en la última fase alcista. A pesar de ello, la ganancia desde primeros de año es del 15,64%. La crisis de agosto ha acercado el aumento a las previsiones de los analistas para el año.

El descenso encaja con la figura del doble máximo -abril y julio- conseguido por el índice y que, a corto plazo, era un indicador claro de descenso. Las cuestiones técnicas, el análisis chartista, se pusieron ayer de actualidad ante el rebote de Wall Street tras un descenso de 280 puntos desde una primera subida en los primeros compases. Para los analistas parecía clara la figura de vuelta en un día, es decir, de reacción positiva tras haberse tocado fondo. En los análisis no se han barajado hipótesis sobre un posible empeoramiento de las crisis en Rusia y Japón, algo que no es descartable a corto plazo. En conjunto, los analistas sólo ven peligro en el efecto contagio a través de otros mercados más involucrados en Asia y Rusia, pero el dólar está actuando de bálsamo con su milagrosa caída de las últimas sesiones. A última hora de la tarde el dólar se cruzaba a 148,75 pesetas, 1,50 por debajo del cambio medio del lunes; a 1,7490 marcos y a 136,90 yenes, casi cinco por debajo del cierre del lunes. Los niveles de 146 yenes por dólar, en los que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Japón tuvieron que intervenir debido al peligro de una devaluación en China, han quedado muy lejos y sobre todo el temor a que el yen cayera hasta los 160 por dólar. Los rumores sobre una intervención, tan concertada como sigilosa, en las últimas sesiones siguen creciendo.