El ministro francés de Salud es partidario de abrir un debate social y parlamentario sobre la eutanasia

El ministro francés de Sanidad, Bernard Kouchner, se ha mostrado favorable a abrir un debate social y parlamentario sobre la eutanasia en una entrevista publicada ayer en el diario Le Parisien. "Y después, ya veremos si hay que cambiar la ley", explica.Las reflexiones de Kouchner se producen dos días después de conocerse un nuevo caso de eutanasia en Francia. Un médico reconoció el sábado haber "acompañado a la muerte" a una mujer de 92 años, en coma, hemipléjica y con gangrena.

La actitud del doctor Jean-Paul Duffaut es descrita por el ministro como "caritativa y humanitaria". "No concibo que se pueda tratar como a un delincuente a quien ha actuado movido por el humanismo", afirma. Es más, le da las gracias por "haber obrado con tanta caridad". Por eso Kouchner anunció un gran debate nacional en torno "al fin de la vida, del dolor y de los sedantes", que debe llegar al Parlamento. La actitud del ministro de Sanidad no es compartida por el presidente del Consejo Nacional del Colegio de Médicos, Bernard Glorion: "La ley y el código deontológico son claros: un médico no puede acortar la vida de un enfermo".

En EE UU también se están produciendo movimientos para legalizar la eutanasia, que desde mañana será ilegal en Michigan. Oregón se convertirá desde ese momento en el único estado donde se puede practicar la eutanasia legalmente.

Ya son ocho los enfermos terminales de avanzada edad a los que que han ayudado a morir los médicos de Oregón desde que la ley se aprobó por referéndum el pasado mes de noviembre tras años de litigios. La legislación de este estado permite la eutanasia en pacientes con una expectativa de menos de seis meses de vida, y después de haber sido examinados por al menos dos médicos.

Según un estudio de la facultad de Medicina de Mount Sinaí (Nueva York), publicado por la revista New England Journal of Medicine, un 5% de los médicos estadounidenses admite haber ayudado a morir a alguno de sus pacientes. El informe sostiene que la cifra alcanzaría el 36% si la eutanasia fuera legal.