_
_
_
_

Los panameños rechazan un nuevo mandato del "Toro" Balladares

Juan Jesús Aznárez

Feliz, la jefa del Partido Arnulfista, Mireya Moscoso, se exhibió en la noche del domingo en una tribuna alzando un par de banderillas, e instó a la construcción de una alianza de la oposición para ganar las elecciones presidenciales de 1999. Moscoso mostraba los hierros de la lidia porque el presidente panameño, Ernesto Pérez Balladares, a quien apodan El Toro por su corpulencia, había encajado ese día un serio castigo: perdió el referéndum para enmendar la Constitución y autorizar su reelección presidencial.El 63,87% de los panameños se pronunció contra la reformas de la Carta Magna, y, por elevación, contra la gestión de Pérez, por un 67,3% contra un 34,28%. El jefe de Gobierno aceptó la derrota. "El pueblo habló alto y claro. Lo hemos escuchado y aceptamos humildemente. Ha sido un día de triunfo para nuestro país porque consolida la democracia. No hay duda de que las elecciones de 1999 serán puras y honestas (...) el 1 de septiembre de ese año le daré la conducción del país a quien el pueblo designe".

Consulta con garantías

El índice de participación fue del 66%, excelente según el presidente del Tribunal Constitucional, Eduardo Valdés. El anterior referéndum, también sobre cambios constitucionales, arrojó una abstención del 60%. Un comunicado de la Organización de Estados Americanos subrayó que la consulta tuvo garantías.Al poco de divulgarse el triunfo del no, destacados dirigentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD), el de Pérez, tomaban posiciones. Alfredo Oranges, que aspira al cargo, dijo que los resultados de la consulta constituyen un rechazo del liberalismo económico aplicado por Pérez porque aumentó la pobreza, pero de ninguna manera un rechazo del PRD. Para el secretario general del Partido Demócrata Cristiano, Hatuey Castro, se trata de un mensaje contra la reelección que trasciende las fronteras panameñas y apunta a Perú y Argentina, donde se observa una corriente popular favorable a la no reelección.

El Toro Balladares, al igual que los otros jefes de Gobierno empeñados en la reelección, habría previsto una victoria que probablemente le ha negado el descontento popular generado por unas reformas económicas que modernizaron los servicios públicos y abrieron una vía de salvación (con privatizaciones), a empresas estatales ruinosas. Sin embargo, esas reformas se acometieron sin un sistema de seguridad social capaz de amortiguar los costes de los cambios.

De hecho, el presidente del Partido Demócrata Cristiano, Rubén Arosamena, destacaba que fue derrotada "la política económica y social de Balladares", y desde las propia filas del oficialismo los aspirantes a la presidencia por el partido de gobierno, el Partido de la Revolución Democrática, a la jefatura del Estado en las elecciones del próximo año se desmarcaban raudos de la suerte de su jefe.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_