Chernomirdin dice que "fue un error devaluar el rublo y suspender el pago de la deuda"

"Fue erróneo devaluar el rublo y suspender el pago de la deuda", dictaminó ayer el primer ministro ruso en funciones, Víktor Chernomirdin, para justificarse ante los diputados, que de todas maneras votaron en contra suya. Las prioridades, según Chernomirdin, son los ahorros de la gente, el cambio del rublo, el pago de las pensiones y de los sueldos, el apoyo de la agricultura y de la industria nacional. La Bolsa de Moscú, mientras tanto, permaneció en estado de parálisis en espera de la solución de la crisis política, y cerró con una bajada del 1,74%. El cambio del rublo se ha fijado en 9,33 por dólar.

El discurso de Chernomirdin ante los diputados confirmó algo que ya todos saben: que no tiene ningún tipo de política económica programada. Parece que lo único que le interesa por ahora es hacer promesas que dejen contentos a todos -la población, los agricultores, los industriales, los inversores-, para así ganar apoyos que le permitan ser confirmado en su puesto de primer ministro.La crítica a las medidas introducidas por su predecesor, Serguéi Kiriyenko, es comprensible, dada la delicada situación de Chernomirdin, pero la verdad es que prácticamente no hay ningún especialista que crea que se podía seguir defendiendo al rublo, teniendo en cuenta las fuertes presiones que sobre la moneda nacional rusa se ejercían y las pocas reservas con que contaba el Banco Central.

Ahora, Chernomirdin promete no sólo defender el rublo, sino también disminuir las cargas fiscales. "No habrá más dinero en las arcas del Estado por más que sigamos aumentando los impuestos", dijo al respecto.

El primer ministro en funciones subrayó la necesidad de proteger los depósitos de la gente, para lo cual señaló que hay que "defender al sistema bancario del colapso, ayudar a los bancos a recobrar el aliento y, en esencia, salir de esta crítica situación". Pero no dijo cómo pensaba conseguirlo.

La Bolsa, paralizada

La Bolsa de Moscú estuvo ayer prácticamente paralizada debido a la incertidumbre política. Dos horas después de abrir, se habían hecho sólo tres transacciones. Al final cerró con una bajada del 1,74%, pero el volumen de operaciones fue mínimo: apenas 230 millones de pesetas. El índice que la Bolsa de Moscú mantiene conjuntamente con Interfax y en el que también se toman en cuenta las acciones de Gazprom -el monopolio del gas ruso y feudo de Chernomirdin- cayó, por su parte, un 3,68%. Los valores de Gazprom perdieron el 8,56% de su valor, ante las previsiones del rechazo de Chernomirdin por parte de los diputados. Y lo más probable es que hoy las acciones del monopolio del gas ruso sigan cayendo.La Bolsa Interbancaria de Divisas continuó cerrada ayer, pero en las ventas entre los bancos a través del sistema electrónico, el dólar cotizó entre 9,5 y 10,2 rublos para las operaciones con fecha de ayer, y 10-11,5 para las suscritas con fecha de hoy.

El rublo se había recuperado ayer un poco en la calle: en las casas de cambio, el dólar se estaba vendiendo a un promedio de 9,5 rublos, frente a los 12 del viernes, día en que la cotización oficial establecida por el Banco Central fue de 7,9 rublos por moneda estadounidense. El fortalecimiento del rublo se debía a que los rusos comenzaron a vender sus divisas activamente, para comprar en las numerosas tiendas que habían subido los precios en una proporción inferior al alza del dólar. Los que se apresuraron ayer a deshacerse de sus divisas se llevaron una gran desilusión al final del día, cuando el Banco Central fijó la cotización oficial en 9,33 rublos por dólar, lo que significa que la moneda rusa seguirá cayendo. El Banco Central ha tratado de acercar su cotización al precio que la moneda norteamericana tuvo ayer entre los bancos en el sistema electrónico.

Anatoli Chubáis, el ultraliberal economista que el viernes fue destituido como negociador jefe de la deuda exterior, pronosticó ayer que a Rusia le espera un "fuerte retroceso económico-financiero que durará años".

Esta marcha atrás estará marcada por el abandono de la política monetarista, lo cual, en opinión de Chubáis, inevitablemente traerá un periodo de inflación. En cuanto al futuro próximo, Chubáis opinó que, hasta fin de año, la inflación será del 3%-4% mensual.