Sevilla luce La Campana

Las sorpresas en forma de zanjas, señales de prohibido, carriles cerrados y taladradoras en plena efervescencia no son sólo achacables a los loables intentos de los consistorios por facilitar el tráfico en cascos históricos alérgicos a los coches. El gas, el agua o la luz ponen también de su parte. La sustitución de un colector de un desagüe se ha apoderado de este verano de las zanjas sevillanas. La obra realizada por la concesionaria del servicio de aguas, Emasesa, en La Campana, en plena zona comercial, ha condicionado la ya de por sí imposible circulación por el casco histórico, obligando a largos rodeos. Los inconvenientes no sólo afectaron a los conductores. Los viandantes se quejaron por la dificultad física para cruzar de una zona comercial (Sierpes) a otra (Plaza del Duque). Tal fue así que la alcaldesa Soledad Becerril, regaño a pie de obra a los directivos de Emasesa. Los responsables municipales tomaron nota y apresuraron los trabajos, que concluyeron el 25 de agosto, cinco días antes de lo previsto. Los sevillanos que vuelvan de las playas se encontrarán con La Campana, totalmente remozada, luciendo losetas nuevas Los autobuses han recuperado sus trayectos y ahora sólo quedan zanjas en algunas avenidas como el Paseo Colón o María Auxiliadora, donde también se están instalando conducciones para gas y agua.