La generalización y lo específico

Sólo quiero matizar dos afirmaciones de Mario Vargas Llosa en su artículo del 16 de agosto pasado. Según él, Winston Churchill fue "lo más parecido que (Inglaterrra) ha tenido en su historia a un hombre fuerte". ¿Quiere decir que ponePasa a la página siguiente

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a éste delante de Oliver Cromwell en la lista de hombres fuertes? ¿E Isabel I no era un hombre fuerte? No un caudillo, desde luego. Ni una caudilla. Una reina, cuando la reina tenía las riendas.

Es verdad, como dice Vargas Llosa, que Estados Unidos no ha tenido dictador, ni tipo De Gaulle, en toda su historia, en cuanto esto se refiere a los presidentes. Es más bien una lista de nombres completamente olvidables, con tres o cuatro genios esparcidos entre ellos: Jefferson, Lincoln, Wilson, F. Roosevelt. E1 problema ha sido, por el contrario, la secreta llama que muchos de los primeros estadounidenses y sus presidentes y primeras damas mantenían no por el rey de Inglaterra, sino por sus formas aristocráticas, que se utilizaban en la Casa Blanca hasta ayer (mañana volverán). Así que Jefferson se queja en su correspondencia, desde el primer mandato, de la corte que ha cuajado alrededor del presidente-rey Washington, general liberador y matador de indios. Pero tampoco ha sido la nostalgia por la aristocracia un tema dominante en la presidencia norteamericana. Más bien, donde ha salido el caudillo en EEUU es a nivel estatal: el Estado de Luisiana está plagado de historias caudillescas y rocambolescas: basta mencionar a Huey Long. ¿Y qué vamos a decir de los Estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts, Alabama y varios más, donde el hombre fuerte y la corrupción han sido una aparición frecuente en su vida política?-