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Tren

ADOLF BELTRAN La incoherencia es notoria. Se oponen a la creación del organismo pero quieren controlarlo. El agit-prop anticatalanista plantea su postura ante la ley de creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que las Cortes debatirán el miércoles, como una enmienda a la totalidad del pacto lingüístico. Nada nuevo. Sin embargo, Unión Valenciana, el partido que hunde sus raíces en ese magma de crispada irracionalidad, y que también se opone a la proposición de ley presentada por populares, socialistas y Nova Esquerra, parece aspirar a que accedan a la entidad normativizadora algunas personas que sigan defendiendo "el auténtico idioma valenciano". El matiz no es despreciable, aunque la incoherencia de tal actitud sea también penosa. Y con ese margen trata de maniobrar el PP en la última etapa de un proceso que ha llevado a consensuar entre la mayoría de los representantes de la sociedad, en forma de dictamen del Consell Valencià de Cultura y de consecuente texto legal, una salida razonable a la extenuante polémica sobre la lengua. Zaplana intenta que los regionalistas no se queden fuera de la expedición. Es comprensible. Son sus socios de gobierno, sus incómodos aliados. Pero corre un serio riesgo. En algún momento el tren debe partir, y no puede esperar a que los boicoteadores coloquen barricadas en las vías. Héctor Villalba, presidente de las Cortes y de Unión Valenciana, echó mano en una ocasión del freno de emergencia de un cercanías cuando salía de la Estació del Nord porque algún familiar se quedaba rezagado en el andén. Zaplana tiene la gran responsabilidad de evitar que algo similar ocurra ahora con este largo recorrido. La futura Acadèmia Valenciana de la Llengua, si ha de servir para desactivar la batalla sobre el valenciano, apartando la filología y la lingüística del debate civil, debe tener una composición intelectualmente solvente y no puede convertirse, de ninguna manera, en una miniatura que recree de nuevo el enfrentamiento. Comprensiblemente alarmados por la amenazadora petulancia que los anticatalanistas han desplegado este mes de agosto, con su pretensión de asaltar un convoy que antes hicieron todo lo posible por descarrilar, los socialistas han advertido al PP que quieren tener perfilada la lista de miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua al votar la ley. Le recuerdan, así, al presidente su obligación de evitar que un viaje de tanta transcendencia, en cuyo diseño ha habido que lograr complejos equilibrios con ímprobos esfuerzos, fracase a manos de los chantajistas.

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