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TURBULENCIAS EN LOS MERCADOS

Bruselas estima "despreciables" los efectos de las caídas

La Comisión Europea seguía ayer de vacaciones y sin tomarse en serio la crisis rusa. La portavoz de Jacques Santer calificó de "despreciables" los efectos que la debacle rusa puede tener en la economía europea. Es la misma portavoz que la víspera elogió la "estabilidad" de los mercados europeos, unas horas antes de que se desplomaran.Ni el presidente Santer ni los comisarios más afectados por los acontecimientos rusos -el holandés Hans van den Broek en lo político y el francés Yves-Thibault de Silguy en lo financiero- han considerado necesario interrumpir su ocio estival. Los funcionarios de segundo nivel que preparan el documento que sentará las bases del debate que sostendrán los comisarios el próximo jueves sobre la situación en Rusia parecen haber sido superados por los acontecimientos. El documento tenía que estar listo ayer pero no empezará a circular en la Comisión hasta el lunes.

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Menos optimismo

Quizá porque el primer borrador insistía en negar cualquier influencia sobre la economía europea y el hundimiento de las bolsas el jueves ha aconsejado reservarse tan optimistas augurios, admitían ayer fuentes del ejecutivo europeo.Bruselas parece desbordada por los acontecimientos y ha adoptado la técnica del avestruz. Quizá porque no sabe qué está pasando en Rusia ni qué puede hacer Europa en el corto plazo por mejorar la situación. Así, la portavoz de Santer repitió ayer por enésima vez que "el problema ruso es, sobre todo, un problema de los rusos" y se refugió en "la ausencia de un interlocutor" para justificar que Santer no se haya puesto en contacto con las autoridades rusas. Bruselas parece así reconocer que el presidente Borís Yeltsin no es una autoridad representativa y que necesita el nombramiento de un primer ministro para poder hacer algo.

Pero entre bastidores la preocupación sube de tono. Si por un lado se pretende atribuir todo a "una más de las cosas raras de Yeltsin", por otro se admiten peligros a medio o largo plazo. Entre ellos,las consecuencias que la crisis rusa puede acabar teniendo a nivel financiero dado el enorme volumen de créditos que soporta sobre todo la economía alemana. Pese a ello, oficialmente se considera que "la unión económica no se retrasará".

En Bruselas se da por descontado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) va a acabar liberando todas las ayudas prometidas, pero se puede dar la enorme paradoja de que eso se haga no sólo sin la contrapartida de que se aceleren las reformas solicitadas por el FMI.

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