Detenido el fugitivo acusado de asesinar a su mujer en una farmacia de Barcelona
Juan Araujo Torres, alias Juanito El Línea, un peligroso delincuente que aprovechó su primer permiso carcelario para asesinar presuntamente a su esposa en la farmacia en la que trabajaba, fue detenido en la madrugada de ayer en un piso de la calle de Farnés de Barcelona, en el distrito de Horta. El presunto homicida intentó huir saltando por la ventana de la vivienda cuando los agentes del grupo de Homicidios y de Operaciones Especiales de la Jefatura de Policía irrumpieron en el piso forzando la puerta de entrada. Tras el asesinato, ocurrido el pasado 14 de julio, la policía ya había localizado a Araujo en una ocasión, concretamente el 13 de agosto en la localidad de Valls, adonde el presunto asesino, que logró huir del cerco policial, acudió con el propósito de llevarse por la fuerza a su hija de 11 años. La Guardia Civil había montado varios controles en las carreteras para capturar al fugitivo, pero éste pudo escapar después de un forcejeo con un agente. Desde entonces, según la policía, Araujo había cambiado en varias ocasiones de domicilio y se movía siguiendo siempre itinerarios distintos para dificultar su localización. La pista que en la madrugada de ayer condujo a la policía hasta el piso donde se ocultaba Araujo fue el vehículo Renault Clio con el que se había desplazado hasta Valls el pasado 13 de agosto. En el momento de la detención se hallaban en la vivienda la compañera de Araujo, Evelin R. F., de 23 años, y los tíos de ésta, Mari Carmen S. M., de 28 años, y José Luis F. R., de 33. Los tres fueron detenidos acusados de encubrimiento. Juan Araujo, de 49 años, asestó 29 puñaladas a su esposa, la farmacéutica María del Carmen Vera, al parecer porque ella le había pedido el divorcio. El presunto homicida, que estaba cumpliendo dos condenas por narcotráfico -una de 12 años y otra de 3- en la cárcel de Can Brians, aprovechó su primer permiso para cometer el brutal asesinato. Al salir del centro penitenciario, el día anterior al crimen, llamó a su mujer para amenazarla de muerte, por lo que a la mañana siguiente ella se hizo acompañar por su hijo mayor hasta la farmacia. Cuando la víctima se disponía a iniciar su jornada laboral, Araujo irrumpió en el establecimiento, situado en el paseo de Maragall de Barcelona. El presunto asesino se dirigió a su esposa con un cuchillo y la apuñaló repetidamente, ante la mirada aterrorizada de la compañera de trabajo de la víctima. El agresor huyó y ya nadie pudo hacer nada para salvar la vida de la víctima.
