Sants regresa al medievo

Por un puente levadizo, colocado sobre una fosa donde nadan voraces cocodrilos, el visitante accede a una calle que ha retrocedido hasta la Edad Media. A un lado, una muralla recuerda el recinto de Carcasona y en pleno centro de la calle, uno se adentra en el salón de las Cortes, donde pueden admirarse los múltiples escudos guerreros de los señores feudales de Cataluña. El montaje, titulado Sants medieval, se halla en la calle de Valladolid, que fue distinguida ayer como el espacio público mejor adornado de Sants. La entrega de estos premios es uno de los acontecimientos más esperados de las fiestas del barrio, ya que durante semanas, o incluso meses, los vecinos dedican grandes esfuerzos a engalanar con originalidad sus calles. Las calles de Vallespir y Comtes de Bell.lloc obtuvieron, respectivamente, el segundo y tercer premio. Las comisiones de vecinos galardonadas recibieron el premio de manos del alcalde de Barcelona, Joan Clos, y del concejal del distrito Sants-Montjuïc, Pere Alcober. En la calle de Vallespir, el visitante se encuentra con un gigantesco tablero de ajedrez y es invitado a jugar a una partida con las múltiples piezas que cuelgan del techo. Los vecinos de la calle de Comtes de Bell.lloc han querido evocar el origen leridano de la familia que da nombre a la calle. Un frutero gigante simula un portal que da acceso a una calle repleta de frutas de grandes dimensiones. Las 16 calles que organizan las fiestas del barrio trasladaron ayer por la mañana sus festejos al parque de La España Industrial, donde se sucedieron campeonatos de tenis de mesa, dominó y una botifarrada popular. Las fiestas de Sants, que toman el relevo de las de Gràcia, finalizarán mañana.