La crisis del rublo desata una nueva tormenta financiera en los mercados internacionales

La anulación de las operaciones con divisas en Rusia sumió a los mercados internacionales en el más absoluto desconcierto y las bolsas europeas sufrieron caídas que rondaron el 3%. La cuestión rusa preocupa algo menos a los inversores españoles, aunque eso no suponga alivio alguno si el problema altera la trayectoria de los mercados que marcan tendencia, como son Nueva York y Francfort, a los que no queda más remedio que seguir. Aun así, la anulación de las operaciones con divisas por parte de Rusia indica que los problemas crecen y que, junto a los que ofrece la economía japonesa, tienen una gran capacidad de influencia en América Latina.Los mercados de valores, volcados en los últimos días en la crisis rusa, habían dejado de lado los problemas japoneses, pero ayer ambas crisis compitieron en actualidad y arrastraron a las bolsas de todo el mundo a una nueva tanda de recortes.

Japón sigue golpeando

El revés que sufrió ayer el Gobierno del primer ministro Keizo Obuchi al intentar la aprobación de las seis leyes para sanear el sistema bancario del país, viene a agravar aun más la situación de los mercados financieros internacionales, que ven cómo las soluciones no van a llegar con la rapidez deseada. Añadido a esto, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha perdido claramente la barrera de referencia de los 15.000 puntos.El mercado de valores de la capital japonesa cerró ayer sus operaciones con una caída del 1,40%, en línea con el comportamiento de la mayoría de las bolsas de la región, y la cotización de la divisa japonesa, se mantuvo ligeramente por debajo de los 145 yenes por dólar. A la baja también cerraron los mercados de Filipinas (1,77%), Indonesia (1,70%), Tailandia (1,18%), Hong Kong (0,70%), Taiwan (1,36%). Terminaron con leves ganancias las bolsas de Singapur (1,60%) y Malaisia (0,90%). El impacto de las bajadas de las bolsas asiáticas se acumuló a la crisis de rublo y a la fuerte caída de la Bolsa de Moscú, que se desplomó un 13,83%. La conjunción de ambas estalló con toda su contundencia en los principales mercados europeos. La Bolsa de Madrid sufrió una caída de 26,88 puntos, el 3,21%, que es la tercera en importancia de este año. Una vez más el mercado español ha sido el que se ha anotado la caída más fuerte entre las principales bolsas de Europa, aunque Francfort le siguió de cerca con un descenso del 2,95%. El mercado alemán es el mayor perjudicado por la situación financiera rusa, mientras que el español lo es por la latinoamericana, con particular incidencia en el sector bancario. La mayor sombra que se cierne sobre América Latina es que la inversión internacional está limitando sus posiciones de riesgo en la región.

La inversión particular también procedió ayer a retirarse del mercado ante el alto grado de volatilidad que se viene registrando en los últimos días. En esta semana la Bolsa ha caído en dos sesiones y se ha recuperado, también con fuerza, en una. En conjunto, la Bolsa de Madrid ha perdido 68,63 puntos, el 7,81% en cuatro sesiones y el 11,46%, 104,75 puntos, en agosto.

La bajada de Madrid estuvo en línea con el resto de las europeas. Madrid fue la que sufrió la mayor caída en porcentaje, pero no se desmarcó en gran medida de otros mercados. París perdió un 2,88%, Lisboa un 2,64%; Amsterdam un 2,55%; Milán un 2,50%; Zúrich un 2,42% y Londres un 1,93%. Si bien la caída del mercado de valores londinense fue leve, representó la pérdida de casi todo lo que había ganado el martes pasado. Nueva York perdió 79,30 puntos, un 0,92%, y cerró en 8.523,35.

La tensión en los mercados de valores ha subido de tono en las últimas horas ante la acumulación de problemas. Por una parte, el banco central ruso se ha manifestado incapaz de contener la vertiginosa depreciación del rublo, por lo que se espera que la situación empeore en las próximas jornadas.

Por la otra, la pérdida de tiempo que supondrá el rechazo por parte de la oposición japonesa, en mayoría, del plan gubernamental para sanear la banca puede ser definitivo, sobre todo si el yen abandona la zona de las 144 unidades por dólar en que se había instalado a la espera de una solución que no va a llegar, al menos por el momento.