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Sin explotar

María Fabra

No hay nada más diferente a Torrenostra que una playa sobreexplotada sin racionalidad. Pese a ser un lugar concurrido en el periodo estival, las construcciones primitivas se han mantenido en primera línea de playa. Así, lo más normal, es encontrarse con pequeños inmuebles de, como máximo, tres o cuatro alturas, que dan paso a una segunda línea conformada, en su mayoría, por viviendas unifamiliares o adosados. La edificación colindante a la playa mantiene las características típicas de las casas construidas hace años por los habitantes del pueblo, cercano a la playa.

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