Antonio Canales y Tomatito hipnotizan al público en la feria de Almería

Un año más, la Plaza Vieja de Almería sacrificó la acústica de las guitarras y la comodidad del público a cambio de su sencillo y bello marco para albergar uno de los más reconocidos festivales de flamenco. El guitarrista Tomatito y el bailarín Antonio Canales, a dúo bajo la noche almeriense, hipnotizaron al público con una lección de flamenco. En pleno ecuador de la Feria, Almería tiene hoy otra cita ineludible para los amantes del tablao con artistas como Carrete de Almería, Niño de las Cuevas, José y Lucía Sorroche que cerrarán el festival.

El monumento de los Coloraos y algún que otro árbol o palmera condicionaron la disposición de las sillas y la escasa visibilidad de las zonas más ladeadas. Junto al retraso de media hora y a la falta de organización, los ánimos de un público ávido por escuchar las cuerdas de Tomatito y los tacones de Canales se exaltaron fácilmente. Un público de ley, que supo encontrar el duende en condiciones desfavorables. Dedos y cuerdas fue el concierto dado por el veterano guitarrista que se sabía querido entre el público de su tierra: "Como está tu gente entre el público siempre se pone uno más nervioso, pero tocar en la tierra de uno es más bonito que en ningún lado", aseguró. Fue él quien se encargó de templar, con su guitarra, los ánimos del respetable, asustado de no ver recompensadas las 2.500 pesetas de entrada. Pero el duende salió tras diez minutos de acordes de guitarra. El título del recital dado por las dos estrellas de los tablaos, Dos con duende, tomó sentido enseguida. La elegancia de Canales hizo el resto. Los aficionados, hipnotizados ya por las cuerdas de Tomatito, sucumbieron a los deseos del siguiente hechicero a golpe de tacón. A cuerda y tacón, nombre del espectáculo de Antonio Canales, dejó satisfecho al público tras una exhibición de hora y media. La mezcla de flamenco y de gentes del flamenco se hizo evidente con los estilos de uno y otro, y también con los acompañantes de ambos en las escena. Borrachos de flamenco, de taconeos y de raspeos de guitarra los dos duendes llegaron al público y demostraron, una vez más, que su cartel funciona. El próximo año, Dos con duende dejará de ser un encuentro puntual de dos amigos que se juntan para dar un espectáculo flamenco y se convertirá en gira si no existen contratiempos.