Festival de música, dinero fácil

Quiero dejar constancia de mi hondo malestar, compartido por gran cantidad de los residentes y veraneantes de Benicàssim, ante una degradación absoluta de las condiciones de vida durante el desarrollo del pasado Festival Internacional Independiente, celebrado en esta localidad durante los días 8, 9, 10 y 11 de agosto. Resulta inaudito y anacrónico que tanto los responsables del festival como, sobre todo, las autoridades municipales hayan elegido las fechas de mayor saturación turística del municipio (primera quincena de agosto) para sobresaturarlo aún más y conseguir el colapso total de los servicios (hoteles, restaurantes, comercios, atención sanitaria, limpieza urbana, etcétera). Todo ha estado muy por encima de las posibilidades, ocasionando incomodidades, situaciones de desagrado entre usuarios y trabajadores y un rechazo total con el entorno (gente sin un espacio adecuado tirada por los jardines, aceras y plazas, suciedad por doquier, etcétera). Esta situación tan idílica ha sido alardeada en los medios de comunicación por el alcalde de la localidad, don Alejandro García, contando el éxito del festival en el "volumen de negocio obtenido" y proponiendo alargar en las mismas condiciones el festival para años venideros. Por mi parte, estoy totalmente a favor de cualquier actividad musical, teatral, deportiva, etcétera, que suponga un "enriquecimiento" en el sentido amplio de la persona. Otros tipos de "enriquecimiento" creo que deben planificarse asegurando unos recursos y más niveles mínimos de comodidad para todos los usuarios; en este sentido, entiendo que podían haber fijado otras fechas para el festival, optimizándolo de manera que se puedan rellenar otros periodos (julio, septiembre, últimos de agosto) en los cuales los servicios (hoteles, comercios) se encuentran por debajo de sus posibilidades.

De cualquier forma, y después de haber estado disfrutando durante los últimos 30 años en periodos vacacionales y no vacacionales de una estancia agradable y placentera en esta entrañable localidad castellonense, apelo al sentido común de los responsables municipales para que no se vuelvan a producir estas situaciones de degradación que terminarán creando sentimientos de rechazo, las cuales podían desembocar en un abandono del municipio de un colectivo incondicional que durante muchos años también ha colaborado en el sustento de las arcas municipales y de los comercios del municipio.-