Riesgos y ventajas del área unificada

Las expectativas del sector del taxi están cifradas en la extensión del área unificada, pactada en 1996. Actualmente, los conductores madrileños pueden ejercer, aparte de en la capital, en Alcobendas, Alcorcón, Coslada, Getafe, Leganés, Móstoles, Pozuelo de Alarcón, San Fernando de Henares y San Sebastián de los Reyes. A la ampliación del área se han adherido Parla, Humanes, Las Rozas, Mejorada del Campo, Villaviciosa de Odón, Paracuellos del Jarama, Majadahonda, Rivas-Vaciamadrid, Pinto, Velilla, Fuenlabrada y Tres Cantos. Casi medio millón de potenciales clientes para los taxistas capitalinos que, a cambio, admiten en su zona a los aproximadamente 150 conductores que ejercen ahora en las localidades citadas. La entrada en vigor de la extensión del área está prevista para noviembre, pero depende de que el Ayuntamiento homologue las capillas (visores sobre el techo de los coches que marcarán las distintas tarifas), y puedan ser instaladas a partir de septiembre. "Ese tema nos preocupa mucho porque, si no homologan las capillas pronto, no podremos comenzar a funcionar en noviembre", afirma Juan Sánchez, de la Federación Profesional del Taxi.

El área unificada suprime los suplementos especiales por días festivos y nocturnidad y los sustituye por un nuevo sistema (véase el gráfico). Las asociaciones sindicales UPT-UGT y la Federación Profesional del Taxi solicitan la creación de un ente que coordine la participación de los municipios en el área para que todos tengan voz y voto. "Es una solicitud justa", dice Sánchez. Algunos taxistas temen que la incorporación de sus compañeros de la zona ampliada les reste trabajo en las calles de la capital, donde ejercerán en igualdad de condiciones.