El padre de la niña defenestrada involucra a la familia del detenido en los hechos

Aiman C., padre de la niña de cuatro años que presuntamente sufrió abusos sexuales y fue arrojada después por la ventana por Lázaro, un joven de 17 años, involucra a la familia del chico en los hechos. Según el padre, cuando Lázaro lanzó a la niña, éste no se encontraba solo en su vivienda. "Estamos convencidos de que los familiares del joven lo encontraron con la niña en su casa". Aiman asegura que vio llegar a los padres del joven en el espacio de tiempo en que su mujer buscaba a la pequeña; y que esto sucedió antes de que la niña fuera defenestrada.

Según Aiman C., cuando su esposa Patro buscaba a la niña desaparecida, bajó desde el cuarto piso, en el que vive, hasta el tercero, donde habita el presunto agresor. Allí se encontró con los padres del joven, quienes llegaban en aquel momento. Patro les pidió entonces que la ayudaran a encontrar a su hija, pero éstos manifestaron que no podían hacerlo, siempre según el padre de la víctima. Posteriormente, justo después de que Bárbara fuera arrojada por la ventana, explica Aiman, Vicenta, la madre del presunto agresor, se dirigió hacia el lugar donde la niña había caído y, según testigos presenciales, mostró una increíble sangre fría ante el suceso. Allí se encontró con Lázaro, su hijo, que había bajado también al lugar donde estaba Bárbara, pero por el lado contrario al que lo hizo la madre, fingiendo no saber nada de lo que había sucedido. Estado mental El padre de la menor agredida se pregunta cómo Vicenta pudo dirigirse al lugar exacto donde cayó la niña justo en aquel momento y no mostrar, además, ningún signo de sorpresa ante el estado de la menor.Todos los demás testigos, por el contrario, se hallaban consternados por lo sucedido. El padre de la pequeña Bárbara explicó ayer a este periódico que este mismo relato se lo piensa hacer al juez que lleva el caso para pedirle que investigue a fondo lo sucedido. Aiman C. aseguró que ya había explicado lo mismo a la policía. El joven Lázaro, de 17 años, ingresó ayer en prisión sin fianza. Vicenta, la madre del detenido, declaró en su momento que bajó al lugar donde se encontraba la pequeña cuando intentaba ayudar a los padres a buscar a su hija. Según Aiman y otros vecinos, a pesar de que el joven tenía un comportamiento extraño, nunca había manifestado actitudes violentas, por lo que buscan una explicación sobre qué lo motivó a lanzar a la niña por la ventana. El padre de la pequeña sostiene que el acusado no está loco porque ha pasado un examen psicotécnico para acceder a un trabajo como voluntario de monitor de niños en la Cruz Roja. La entidad anunció el pasado sábado que, a raíz de esta tragedia, lo había expulsado de la organización. Jesús, un vecino de la niña, ha afirmado que el joven había realizado tocamientos a su hija, aunque no denunció los hechos ante la policía porque la madre del agresor le dijo que se encargaría de que el joven recibiera tratamiento psiquiátrico. El padre de Bárbara ha explicado que presionó entonces para que la denuncia prosiguiera su curso. El juez escuchó los informes de los cuatro forenses que atendieron a Lázaro después de que éste ingresara en el calabozo y fuera atendido de las lesiones que había padecido por los golpes que recibió de los vecinos del inmueble. El juez ha decretado el secreto de sumario, por lo que no ha trascendido si el joven reconoció la autoría de los hechos, tal y como hizo ante la policía. El juez tampoco se pronunció sobre el estado mental del detenido. Los hechos sucedieron el pasado 20 de agosto, poco antes de las 17.00 horas en el número 34 de la calle Aiguablava, en el distrito barcelonés de Nou Barris. Varios vecinos testificaron que vieron a Lázaro lanzar a la niña por la ventana del tercer piso de dicho inmueble.