Tres porteros de una discoteca de L'Hospitalet detenidos por matar a golpes a un cliente
Juan Antonio Ferreira Borrerogo confundió el lavabo de mujeres con el de hombres en una discoteca de L'Hospitalet y el error le costó la vida. Dos porteros del local le arrastraron hasta la salida de emergencia y le golpearon hasta dejarle inconsciente. Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la madrugada del lunes y Ferreira,de 30 años, falleció horas después en el hospital a causa de un coágulo en el cerebro ocasionado por la brutal paliza. Dos de los vigilantes de la discoteca han sido detenidos como autores de la agresión y un tercero por encubrir a sus compañeros.
Juan Antonio Ferreira, de 30 años, que vivía y trabajaba como camarero en L´Hospitalet, falleció el lunes en el hospital de Bellvitge a causa de un coágulo en el cerebro. Los presuntos agresores, Jordi Vilaboa Vigo y David Barrio de Gea, ambos de 25 años, fueron detenidos junto a un tercer empleado de la discoteca, Antonio López Vera, de 29 años, considerado encubridor de los hechos. Mientras los tres detenidos pasaban ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de L"Hospitalet, la familia pedía justicia "para que algo así no vuelva a ocurrir". A última hora de la tarde, el juez dejó en libertad provisional a Jordi Vilaboa y Antonio López Vera, y decretó prisión incondicional para David Barrio como autor directo de los golpes que causaron la muerte del joven.
Todo ocurrió muy rápido.Eran aproximadamente las cinco de la madrugada del lunes. Juan Antonio Ferreira se encontraba con su novia, Lourdes Vargas, en la discoteca Yes & Yesterday (antes Vaya, Vaya) de L´ Hospitalet. Ferreira dijo que iba al lavabo pero en lugar de entrar en el de hombre, se metió en el de mujeres. Uno de los guardias de la sala le salió rápidamente al paso, y según el relato del propio joven a su novia, lo echó a golpes y de esa misma forma lo acompañó al de caballeros.
Traumatismo craneal
Ya fuera de los lavabos, Ferreira acudió al lugar donde se encontraba su novia y mientras le explicaba lo sucedido, dos miembros del cuerpo de seguridad de la discoteca lo cogieron y lo arrastraron hasta la salida de emergencia del local, que da al pasaje de Canigó, donde le golpearon. Lourdes Vargas corrió a fuera, en busca de su novio, por la puerta principal y cuando llegó a la parte trasera, lo encontró tendido en el suelo, inconsciente. Así lo ha explicado a la policía en la denuncia que ha presentado. La joven trató de reanimarle mientras pedía ayuda. Acudieron dos jóvenes. Entre los tres lo incorporaron y José Antornio recuperó el conocimiento. Fueron a un parque cercano y los otros dos chicos relataron que un amigo suyo había recibidio un trato parecido por parte de los guardias momentos antes. Al poco, el joven volvió a sentirse mal y entonces la novia pidió ayuda para llevarlo al hospital. Habían pasado casi dos horas desde que había recibido la paliza cuando José Antonio Ferreira entraba en el Serviciode Urgencias del hospital de Bellvitge, situado en el mismo barrio, donde el equipo médico que le atendió apreció un fuerte traumatismo craneoencefálico del que ya no se recuperó. Murió a las pocas horas. El joven Ferreira fue traslado ayer al crematorio Roques Blanques de El Papiol (Baix Llobregat), donde el cadáver fue incinerado. "Quiero que se haga justicia. No sólo por mi hijo, sino porque no vuelva a suceder. Ya sé que mi hijo no va a volver, pero como él hay muchos más que cualquier día pueden morir en manos de unos matones, y eso no se ha de volver a repetir. Por ellos y por los otros hijos que tengo", repetía ayer el padre, Juan Antonio Ferreira Blanco, con una gran entereza. El joven es el primero de ocho hermanos, fruto de dos matrimonios de la madre. La familia de Ferreira presentó dos demandas ante la Comisaría de la Policía Nacional en L"Hospitalet. La primera, cuando Juan Antonio seguía con vida, por lesiones. La segunda, por homicidio. "Sé que otras personas han pasado por lo mismo en otras discotecas, por eso queremos justicia", insistía el padre. Según la familia, ningún responsable de la discoteca Yes & Yesterday se había dirigido a ella. Tampoco este diario consiguió ayer la versión de los responsables del establecimiento. Fue el propio encargado de la sala quien identificó a la policía a los empleados que habían participado en la agresión. La Generalitat investiga si los detenidos son agentes profesionales de una empesa de seguridad homologada, como exige la normativa vigente para las discotecas con un aforo superior a las cien personas. Algunos establecimientos contratan directamente a jóvenes corpulentos y entrenados en arte marciales.
Actitud agresiva
Fuentes policiales indican que López Vera "no participó activamente en la agresión, pero tampoco hizo nada por evitarla". En su declaración, David Barrio de Gea afirmó que el golpe mortal se lo produjo la propia víctima contra el suelo al ser expulsado del recinto. Vilaboa no quiso declarar. Sus dos compañeros se defendieron alegando que el joven los había insultado y "estaba bebido". Pero la novia insiste que el único error de la víctima fue equivocarse de lavabo. Y que la actitud de los porteros era muy agresiva. Que incluso la zarandearon a ella cuando fue a socorrer a su novio, ya inconsciente en el suelo.
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